Un amigo que estuvo de viaje por Londres, me envió una foto de una iglesia reconvertida en apartamentos. Se trata de la Mary´s Couet en la ciudad de Londres. Me ha llamado la atención por el aprovechamiento inmobiliario que alguien ha sabido obtener para un problema que también se vive en aquella ciudad. Rasgo en poco en Google y encuentro que no es el único caso que se ha dado, pues existe un buen montón de edificaciones eclesiásticas que se han ido reconvirtiendo para darle diferentes usos. Desde pubs, hasta gimnasios con piscina y por supuesto en lujosísimas viviendas con ventanales y vidrieras espectaculares. Al parecer, en el Reino Unido, igual que pasa en el resto del mundo, la excesiva laicidad está contribuyendo a una desertización de los edificios del clero y naturalmente, alguien le ha encontrado una solución para evitar que dichos edificios vean como el devenir de los años los pueda ir convirtiéndolos en un amasijo de piedras y hierro a ser estudiada por los arqueólogos del futuro. ¡De eso nada! Alguien dentro de las reuniones del “Consejo eclesiástico” diría aquello de: ¡Aguántame el cáliz! Y dicho y hecho. No sé lo que habrán tardado en idearlo, diseñarlo, licitarlo y venderlo, pero el proyecto ya es una realidad y en google, hay infinidad de pruebas de todo esto.
¡Bravo por el Reino Unido por sus soluciones habitacionales! En lo que a mi concierne, esa realidad que me ha traído mi amigo en forma de foto, me ha dado que pensar en la de oportunidades que podría aportar soluciones parecidas en nuestra tierra, donde parece ser -solo digo parece, para no entrar en polémica- que tenemos un problemón de mil pares de narices para dar una cobertura habitacional a la gente que desea seguir viviendo en las islas sin tener que contratar viviendas vacacionales; que parece ser que es lo más fácil de encontrar hoy en día. Por ejemplo, en La laguna según he leído en elDiario.es, la diferencia entre las viviendas en alquiler y las destinadas a los turistas, sería algo así como de quinientas a favor de las viviendas vacacionales. Aun cuando en la ciudad de Los Adelantados existe una empresa pública de la vivienda, esa diferencia -de ser cierto el dato- no se consigue disminuir. Lo más destacado que parece que se ha hecho, últimamente, es la reconstrucción de los edificios dañados en Las Chumberas. ¿Eso es todo? Es posible que no haya suelo para construir nuevas viviendas sociales. También podría ser que falte la “capacidad inglesa” para encontrar soluciones.
En la capital de la isla, según se lee en Politican.es, pasa tres cuartos de lo mismo; fijando el protagonismo no solo en la proliferación de viviendas destinadas al turismo, sino en la poca o nula iniciativa pública para la creación de nuevas viviendas sociales o para conseguir que las puertas de, parece ser, un buen número de viviendas se abran a un alquiler que sea asumible por quien vive de un sueldo. ¿Sobran macro-proyectos futuros y falta mirar el presente?
En las zonas turísticas, ya ni creo que sea menester mencionar la dimensión del problema, pues no hay más que oír las frases que sobre el tema salen a relucir y se repiten como un mantra: “comparto casa con ocho compañeros”, “vivo en un cuartucho en la azotea de una casa”, “He tenido que habilitar mi furgón para poder vivir y trabajar en el sur” “tengo la fortuna de contar con alojamiento en el hotel donde trabajo”, “mire, mejor ni pregunte”… las frases que se oyen, queman en el corazón de quienes las escuchamos.
¿Qué pasa en Tenerife? ¿Qué pasa en Canarias? A ver si, al final, resulta que metimos la pata defendiéndonos de los ingleses. Hoy, además de hablar inglés chapurreado como los “Llanitos”, posiblemente tendríamos menos propiedades de la Iglesia y algunos pocos más de apartamentos para alquilar. Creo ciertamente, que la problemática viene de la mano de muchos factores y de una variopinta responsabilidad. Pero, teniendo eso por cierto, me atrevo a decir que se echa en falta la iniciativa de los más directamente conectados con esa realidad: entre lo público por un lado y las empresas constructoras por el otro, se llevan el gato al agua y ese animalito donde mejor está es en tierra firme.
¿Qué pasaría si de repente, alguien sacara de su chistera, soluciones como las que he expuesto al principio? No nos volvamos locos, que tampoco se pide que desaparezcan las iglesias -no estamos en un momento ideal para retomar viejas y desagradables consignas-. Yo me refiero y propongo que las empresas públicas, dediquen el ochenta por cierto de su tiempo, a ver qué edificaciones, hoy en desuso, podrían ser susceptibles de ser modificadas para convertirlas en alojamiento para gente trabajadora, hasta que puedan optar a la compra o alquiler de alguna vivienda digna y al alcance de sus bolsillos.
Tal vez me confunda mucho, pero en Canarias existen algunas empresas públicas con responsabilidad en este tipo de soluciones. Perdón si me equivoco, pero partiendo de la mencionada, -MUVISA (Sociedad Municipal de viviendas y servicios de La laguna)-, tenemos otras más como por ejemplo: GRAFAN (Cartografía de Canarias SA) que si bien no tiene, dentro de sus cometidos, el gestionar la construcción de viviendas, sí que posee, casi con seguridad, muchísima información sobre suelo edificable tanto en ciudades como en el extrarradio. GESTUR (Gestión Urbanística de Tenerife), que podría tener responsabilidad en la cuestión que nos ocupa. GESPLAN, (Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental) cuya dedicación parece que tenga que ver con la organización del territorio y dentro de él con su plan de viviendas. Seguramente me estaré dejando atrás alguna más, pero de lo que estoy casi seguro es que, en cada ayuntamiento de nuestra isla y en el órgano máximo de administración insular -Cabildos-, existen Concejalías y/o Consejerías de vivienda. ¿Entre todos no han conseguido una solución al problema de la vivienda en Canarias? Estoy convencido y lo expongo antes de que salga alguien diciendo que se les ataca inmisericordemente, que en esos organismos hay mucha gente trabajando duro en sus responsabilidades. Pero, de lo que hablo es de proponerse dedicar el ochenta por ciento del “tiempo directivo” a buscar soluciones urgentes al problema habitacional que sufrimos.
Desde estas líneas, les propongo mirar dentro de la chistera. Allí verán edificaciones que podrían servir para ser transformadas en viviendas de primera elección hasta conseguir dar otro paso a más largo plazo. Dentro de ese sombrero verán edificios como el balneario de Santa Cruz; el edificio de las Oblatas de La laguna; infinidad de casas en mucho barrios, con sus puertas tapiadas en S/Cruz; Barriada militar en Breña baja, La Palma; Acuartelamiento en Las Canteras La Laguna; Escuelas unitarias antiguas en todo el territorio insular ya en desuso y, si siguen buscando, también saldrá alguna iglesia que podría correr la misma suerte que la inglesa. ¿Magia? No, simplemente búsqueda omitiendo los “peros”. Y, cuando estos lleguen, recordar que, esos peros, se pueden convertir en oportunidades para mejorar un proyecto inicial.
Si (
No(
