Esta postura busca garantizar la transparencia electoral, coincidiendo con la oposición y líderes iberoamericanos que rechazan el resultado validado por el TSJ.
La reelección de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela, validada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), no será reconocida por el Gobierno español hasta que se publiquen "de manera íntegra y verificable" las actas de los comicios realizados el 28 de julio.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han comunicado que la postura defendida desde el principio por el Gobierno es la necesidad de publicar las actas de las máquinas de votación para verificar la victoria de Maduro. Esta afirmación ha sido rechazada por la oposición, que sostiene que su candidato, Edmundo González, es el verdadero ganador.
"Es fundamental que las actas con los resultados de las votaciones sean publicadas de forma íntegra y verificable para poder reconocer los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela. Esto garantizará la plena transparencia, tal como ha indicado el panel de expertos de Naciones Unidas y es una práctica común en todas las democracias", han señalado las fuentes.
"El resultado de las elecciones no podrá ser reconocido hasta que esto ocurra", han señalado desde el departamento liderado por José Manuel Albares, coincidiendo con la posición de varios líderes iberoamericanos, entre ellos el presidente chileno Gabriel Boric, quien ha manifestado su rechazo a aceptar la victoria de Maduro confirmada por el TSJ este jueves.
Desde el Ministerio de Exteriores, se ha vuelto a hacer un llamado "a que se respete el derecho de los venezolanos a manifestarse de manera pacífica y a expresar libremente sus opiniones políticas", tras las protestas que han dejado varios muertos como consecuencia del resultado electoral.
Las fuentes han confirmado que el Gobierno español continuará colaborando con sus "hermanos latinoamericanos" y sus "socios en la UE" para garantizar el respeto a la voluntad democrática del pueblo venezolano. Además, se buscará una solución política fundamentada en el diálogo y la negociación entre los ciudadanos de Venezuela, así como el cese de las detenciones y la preservación de la paz social que tanto necesita el país.
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