La selección española masculina de baloncesto se ha despedido este viernes por la tarde de los Juegos Olímpicos en la fase de grupos tras caer ante Canadá (88-85). La derrota, además de la eliminación, supone la retirada de un Rudy Fernández que deja como legado olímpico las dos platas de Pekín 2008 y de Londres 2012 -en finales contra la siempre dominante Estados Unidos-; y el bronce de Rio 2016, después de ganarle el partido por el tercer puesto a Australia.
Se acabó. Ya no veremos más a Rudy Fernández en una pista de baloncesto. Ganador de absolutamente todo con el Real Madrid y con la selección, el alero mallorquín, formado en el Joventut de Badalona -con el que ganó la Copa del Rey- y que dio la talla en la NBA, se marcha con el hito de convertirse en el primer baloncestista en disputar seis Juegos Olímpicos.
Distinciones personales aparte, entre sus múltiples logros como jugador de club destacan sus tres Euroligas, siete Ligas, siete Copas y nueve Supercopas de España. También militó en los Portland Trail Blazers -con los que llegó a honrar la memoria del inolvidable Fernando Martín en un concurso de mates del 'All Star' (2009)- y en los Denver Nuggets; con un paso intermedio en un Real Madrid al que retornó en 2012 para completar desde entonces una carrera brillante que cerró hace poco más de un mes con un nuevo título de Liga (con una ovación de 20 minutos en su penúltimo partido, el último en el Wizink: el antiguo Palacio de los Deportes capitalino).