Un poco cansado del marketing del corazón paseo por mi barrio cada tarde cuando vuelvo del trabajo. Dicen que “Santa Cruz es el corazón de Tenerife”, de ser cierto es un corazón infartado y enfermo por el estado de los barrios del Distrito Suroeste. La situación de los jóvenes de estos barrios como poco es para que ese corazón esté en “cuidados intensivos”, le resumo el parte médico:
Datos de población joven en el Distrito Suroeste:
Ante estos datos abrumantes, cualquier cardiólogo no dudaría en meter al quirófano este corazón, que además está rodeado de una cultura social peculiar. Una cultura social del asistencialismo, agradeciendo la verdura que te llega a la puerta de casa del Corte Inglés por una ayuda municipal mientras tenemos suelo agrícola para su cultivo lleno de rastrojos.
Se ha cronificado en nuestros barrios el pensamiento de que se puede vivir de las ayudas públicas, transmitiendo a las nuevas generaciones esta “percepción de la vida”. Chicos y chicas de 16 años, que ya manejan trámites burocráticos para pedir ayudas sociales mientras trapichean con drogas y robos en la zona. Les invito a pasear con el coche por nuestros barrios, podrán ver que tenemos muy buenos corredores.
Que se lo pregunten a los agentes de la Unipol cuando buscan alguno de nuestros chavales, una pena que el CIAT de Tincer está tan cerca pero a la vez tan lejos. Las infraestructuras son necesarias, pero sin el acompañamiento de referentes son inútiles para ciertas problemáticas, entre ellas “sacar a los jóvenes de la calle”.
¿Referentes culturales? Esta es la gran ausencia de nuestros barrios, personas con historias de vida similares a las de ellos, con las que se puedan enganchar para dejar la calle y aprovechar los “recursos” que existen en la zona. Los recursos que existen no se adaptan a la totalidad de la realidad social de nuestras familias y jóvenes.
¿Dónde está el corazón en todo esto? Es tan profunda la indiferencia como el desconocimiento, y con ellas la repetición de modelos de intervención “quirúrgica” que han dejado en coma a nuestros barrios.
El distrito Suroeste necesita una RCP.
Eliezer Marrero Correa