OPINION

Lo de Chile

Julio Fajardo Sánchez | Martes 16 de diciembre de 2025

Kast, el candidato ultra chileno, ha ganado las elecciones distanciándose de la comunista Jara hasta 16 puntos. Los analistas dicen que es debido al voto obligatorio; es decir, la culpa la tiene la bajada de la abstención. Esto significa que la izquierda tiene una mayor movilización y le favorece la apatía de los ciudadanos, lo cual no habla muy en favor de la participación democrática. En fin, sea como sea, así anda el mundo y el llamado progresismo debería hacérselo ver.

Ahora Chile pasará a ser uno de esos países americanos con los que no nos llevaremos bien, como Argentina, Bolivia o Ecuador. Chile ha pasado por ser uno de los estados con mayor madurez democrática de Hispanoamérica; veremos si después de esta circunstancia sigue siéndolo. Porque Chile siempre fue un símbolo para nuestra contestación, con Quilapayum, Santa María de Iquique, Víctor Jara y tantos emblemas que nos convocaban para la protesta, y ahora se verá gobernado por un ultra, un émulo de Pinochet, de un deleznable Milei o de un Bolsonaro, todos ellos amigos de Donal Trump y enemigos de lo que represente progreso y buena política. ¿A dónde irá el mundo con esta gente? ¿Qué será del planeta mientras se derrite el Perito Moreno o arde el Amazonas?

La culpa la tienen en Oslo por haberle dado el premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, una fascista, agitadora subversiva que pretende acabar con el heroico y resistente gobierno de Maduro. No crean que en España estamos libres de correr ese riesgo. Hoy publica El País un sondeo donde los socialistas se hunden en Extremadura, uno de sus feudos tradicionales. Se escuchan tambores de catástrofe y los más precavidos se sitúan adecuadamente para no ser arrastrados por la inundación.

Leo a Anabel Díez diciendo que vuelve la contestación interna en el PSOE, sacando a relucir la situación dramática cuando se abrió en canal en las primarias, y también a Xavier Fortes diciendo que él no es sanchista, como un san Pedro negando a Jesús por las esquinas de Jerusalén. Son signos de que las cosas no andan bien. Ante esto es normal que el presidente diga que piensa revalidar hasta 2031. La verdad es que no creo que con estas declaraciones vaya a contener las vías de agua que están a punto de hacer zozobrar la nave en que navega.

Si lo de Chile, como dice el analista de El País, se debe a que el voto es obligatorio, debería proponerse el partido de la abstención para ganar las elecciones; y algo de eso hay cuando se amenaza con la bicha de la extrema derecha si no votamos por el bloque Frankenstein. Lo malo es que desde la otra parte no se dicen estas cosas, y mira que hay motivos para hacerlo.


Noticias relacionadas