El PSOE de Tenerife celebra que el Cabildo Insular haya aprobado en comisión plenaria su iniciativa para reforzar la protección de las víctimas de violencia de género frente al uso de mascotas como instrumento de control, amenaza o coacción por parte de los agresores. La propuesta, impulsada por el Grupo Socialista y defendida por el consejero Javier Parrilla, ha salido adelante este jueves con la abstención de Vox.
Uno de los elementos más silenciados en los casos de violencia machista es el papel que pueden desempeñar los animales domésticos. En numerosos casos, las mascotas se usan para generar miedo, impedir la salida del hogar o manipular emocionalmente a la víctima, lo que las convierte en una herramienta más dentro del ciclo de violencia.
“Hay mujeres que no pueden abandonar su casa porque el agresor amenaza con hacer daño a sus mascotas. O personas con discapacidad que dependen de un perro de asistencia y ven en ese vínculo un obstáculo añadido”, subraya el consejero.
La iniciativa aprobada hoy contempla reforzar la coordinación entre los servicios insulares de igualdad, protección animal, servicios sociales y cuerpos de seguridad para actuar de forma rápida y eficaz cuando una mascota esté siendo utilizada como mecanismo de control en un contexto de violencia de género. El acuerdo insta también a mejorar los protocolos existentes, facilitar soluciones temporales para los animales cuando sea necesario y promover formación específica para profesionales y entidades implicadas.
Javier Parrilla destaca que este avance reconoce una realidad que hasta ahora había permanecido en un segundo plano, pero que condiciona gravemente la seguridad y la libertad de muchas víctimas. Con la aprobación de esta medida, el Cabildo asume un compromiso claro: garantizar que las mascotas nunca vuelvan a convertirse en un impedimento para que una mujer o una persona vulnerable pueda salir de una situación de violencia.
El Grupo Socialista reafirma su compromiso con la lucha contra la violencia machista en todas sus formas y recuerda que proteger a las víctimas significa atender también los factores que las atan emocionalmente al agresor y que pueden poner en riesgo su vida, su integridad y su capacidad de escapar.