INVESTIGACIÓN

Relación entre vegetación, incendios y cambios climáticos en Gran Canaria

Redacción | Lunes 03 de noviembre de 2025

Investigadores de la Universidad de La Laguna han reconstruido 28.000 años de historia climática y ecológica de Gran Canaria, revelando cómo la vegetación y los incendios han respondido a cambios climáticos pasados. Este estudio, publicado en Quaternary Science Reviews, utiliza un enfoque multianalítico que incluye análisis de carbón microscópico y polen fósil para entender la evolución ambiental de la isla. Los hallazgos indican que los ecosistemas canarios han sido sensibles a las variaciones climáticas, lo que es crucial para anticipar su respuesta al cambio climático actual. El trabajo también proporciona información valiosa para la gestión y conservación de estos ecosistemas insulares.



Un equipo internacional de investigadores, liderado por la doctoranda de la Universidad de La Laguna, Pilar Martín Ramos, ha realizado un estudio exhaustivo sobre los últimos 28.000 años de historia climática y ecológica de Gran Canaria. Este trabajo, que se basa en sedimentos extraídos de la Vega de Arucas, representa uno de los registros paleoecológicos más extensos del archipiélago canario y proporciona información valiosa sobre la evolución del clima, la vegetación y los incendios en la isla.

La investigación revela cómo estos factores han estado interrelacionados a lo largo del tiempo, destacando las grandes transiciones climáticas que han marcado el entorno insular. Según Martín Ramos, los hallazgos son cruciales para comprender cómo los paisajes canarios respondieron a cambios climáticos pasados, lo que resulta esencial para anticipar su comportamiento ante el actual Cambio Climático Antropogénico.

Implicaciones para la gestión ambiental

El estudio no solo aporta datos históricos, sino que también establece una base sólida para la gestión y conservación de los ecosistemas en un contexto de creciente presión climática y ambiental. La investigación ha sido publicada en Quaternary Science Reviews, con la colaboración de expertos de las universidades de La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria, Autónoma de Barcelona y el Laboratorio de Ecología a Largo Plazo Manaaki Whenua de Lincoln, Nueva Zelanda.

El enfoque multianalítico utilizado por el equipo combina diversos indicadores para reconstruir las condiciones ambientales pasadas. Entre estos métodos se incluye el análisis del carbón microscópico para evaluar la frecuencia de incendios, así como el estudio del polen fósil y otros palinomorfos no polínicos para reconstruir la vegetación histórica. También se empleó sedimentología para identificar cambios en la composición material depositada.

Nuevas técnicas aplicadas

Por primera vez en Canarias, se han utilizado brGDGTs (branched glycerol dialkyl glycerol tetraethers), compuestos orgánicos sensibles a variaciones térmicas, junto con modelado climático basado en polen fósil para estimar parámetros como temperatura, precipitación y humedad relativa del aire en épocas pasadas.

Los resultados obtenidos muestran una evolución ambiental caracterizada por significativas transiciones climáticas. Antes del Último Máximo Glacial (entre 28.000 y 26.000 años atrás), Gran Canaria estaba cubierta principalmente por laurisilva, un bosque húmedo típico de climas frescos y con baja frecuencia de incendios. Sin embargo, durante este periodo glacial, estas comunidades fueron reemplazadas por pinares secos debido al aumento en la actividad incendiaria, reflejando así temperaturas más frías y una notable escasez hídrica.

Cambios climáticos y su impacto en los ecosistemas

Con el inicio de la desglaciación se produjo un cambio abrupto hacia un clima más cálido y variable que favoreció la expansión de bosques termófilos dominados por especies como sabinas y palmeras, además de un incremento en la frecuencia de incendios. Durante el Holoceno (los últimos 11.700 años), aunque la preservación del polen fue limitada, los registros carbonosos indican que los incendios continuaron desempeñando un papel significativo en el paisaje canario.

Este estudio pone en evidencia que tanto la vegetación como los regímenes incendiarios en Canarias han mostrado una alta sensibilidad a las variaciones climáticas tanto regionales como globales. Los resultados confirman una respuesta directa de los ecosistemas canarios a oscilaciones climáticas pasadas, lo cual tiene implicaciones importantes para entender su dinámica ecológica y su capacidad resiliente frente a futuros desafíos ambientales.

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