Clavijo que compareció ante la cámara ante petición propia, aseguró que la intención del Gobierno de Canarias es que “las instituciones se ajusten a la legalidad, porque no tenemos a nadie más a quien acudir para que el Estado cumpla realmente con sus competencias”.,
Mientras la oposición ha querido verter dudas sobre la responsabilidad del Gobierno y su lealtad institucional, Clavijo recordó que quién ha emitido un auto responsabilizando al Gobierno de España de no cumplir con su obligación ha sido el Tribunal Supremo.
Tal y como estableció el Tribunal, el ritmo de derivaciones “es manifiestamente inadmisible”, y el presidente propuso “en aras a defender el interés superior del menor, trabajar con un calendario escrito y evaluable con previsión mensual de traslados y recursos de destino, la activación inmediata de las plazas estatales comprometidas, evitando macrocentros y priorizando recursos pequeños y especializados; y realizar derivaciones individualizadas y trazables”.
Clavijo quiso recordar que “no estamos ante un debate político, sino una cuestión de Estado de Derecho y de derechos humanos en la que el Estado tiene que proteger de forma efectiva a los menores migrantes que tienen derecho a asilo, no solo a los que ya están aquí sino a los que van llegando”.
En su intervención, el presidente recordó que, en siete meses que han pasado desde el primer auto del Supremo, que le daba al Estado 10 días para hacerse cargo de todos los menores en situación de asilo, solo 199 se han trasladado a centros de Península y 60 permanecen en el centro Canarias-50.
Esto hace un total de 259 menores que han sido realmente acogidos por el Gobierno de España por lo que, en la sesión plenaria, se advirtió que no se pueden contabilizar entre estos a los 230 menores que han cumplido la mayoría de edad y, por tanto, lo que han hecho es derivarlos a los centros de adultos evitando adaptar plazas específicas para menores en las que velar por todos sus derechos.
Fernando Clavijo insistió en que Canarias “no puede seguir sustituyendo al Estado en una responsabilidad que es suya, no podemos seguir soportando solos la migración de África occidental porque este es un caldo de cultivo para que abunden los discursos de la ultraderecha”.
El presidente de Canarias quiso terminar su intervención reconociendo la entereza de la sociedad canaria, “que sí ha sido capaz de responder a una necesidad urgente ante una situación de vulnerabilidad de los niños y niñas que llegan solos”, mencionando especialmente a la sociedad de El Hierro que ha actuado con solidaridad y compromiso ante una acontecimiento que sobrepasaba todas sus capacidades.