Beatriz Roldán, directora del Instituto Fritz Haber de Max Planck, destacó en la 45.ª Reunión del Grupo de Electroquímica en la Universidad de La Laguna sobre la capacidad de Canarias para exportar energía solar transformada en hidrógeno verde. En su conferencia, abordó el uso de catalizadores para producir hidrógeno a partir del agua mediante electricidad renovable y cómo este puede convertirse en amoníaco, facilitando su transporte. Roldán enfatizó que, aunque Canarias tiene un gran potencial energético, los obstáculos burocráticos ralentizan el desarrollo de proyectos renovables. Además, mencionó la importancia de eventos científicos para fomentar colaboraciones y avances en investigación.
La investigadora española Beatriz Roldán, especialista en ciencia de superficies y catálisis, ha sido una de las ponentes principales en la 45.ª Reunión del Grupo de Electroquímica de la Real Sociedad Española de Química, que se llevó a cabo esta semana en la Universidad de La Laguna. Roldán, quien dirige el Departamento de Ciencia de Interfases en el Instituto Fritz Haber de la Sociedad Max Planck en Berlín, ofreció una conferencia centrada en la transición energética y el papel crucial de los catalizadores en este proceso.
Durante su intervención, Roldán explicó cómo se puede producir hidrógeno verde a partir del agua mediante un proceso electrocatalítico. “Esto implica utilizar electricidad renovable —producida por fuentes como el sol o el viento— para disociar el agua y obtener oxígeno e hidrógeno. Posteriormente, ese hidrógeno puede ser utilizado como fuente de energía”, detalló. Además, mencionó que “el hidrógeno verde puede ser usado directamente o transformado en compuestos más fáciles de transportar, como el amoníaco”.
La charla se dividió en dos partes: la primera abordó la producción de hidrógeno verde utilizando catalizadores basados en óxidos de cobalto, níquel y hierro; mientras que la segunda se centró en la producción de etanol y etileno a partir del reciclaje del dióxido de carbono. “El etanol puede servir como combustible y el etileno es esencial para fabricar envases utilizados en supermercados”, aclaró Roldán.
Uno de los aspectos fundamentales del trabajo de Roldán es comprender cómo los materiales cambian durante las reacciones químicas. Para maximizar su eficiencia y durabilidad, así como para asegurar la selectividad —es decir, qué producto se obtiene— es necesario observar estos cambios en tiempo real. En su departamento, compuesto por aproximadamente 140 profesionales entre físicos, químicos e ingenieros, emplean técnicas avanzadas de microscopía y espectroscopía para analizar estas transformaciones durante las reacciones.
Roldán destacó que Canarias cuenta con un potencial excepcional para convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde gracias a su abundante radiación solar y condiciones favorables para la energía eólica. Sin embargo, advirtió que frecuentemente se genera más energía renovable de la que se consume localmente. “En la transición energética hay dos elementos clave: el sistema físico que capta energía renovable y el sistema químico que permite almacenarla o transformarla para su uso cuando sea necesario”, explicó.
En lugar de optar por almacenar electricidad en baterías —una opción costosa y poco eficiente— propuso utilizarla para producir hidrógeno verde a partir del agua, que luego podría convertirse en amoníaco, facilitando así su transporte y uso industrial. Este enfoque permitiría a Canarias exportar su energía solar convertida en moléculas, lo que Roldán denomina “shipping sunshine” o “enviar el sol transformado en energía”.
A pesar del gran potencial energético presente en España, Roldán señaló que el principal obstáculo no es tecnológico sino burocrático. Los proyectos relacionados con energías renovables suelen tardar años en recibir aprobación, mucho más tiempo comparado con países como China o Estados Unidos. “El potencial existe, pero hemos comenzado muy tarde”, afirmó.
Aunque Canarias no es uno de los mayores emisores de gases efecto invernadero, sí enfrenta las consecuencias del cambio climático, tales como sequías e irregularidades pluviales. Además, Roldán subrayó que el hidrógeno verde puede combinarse con dióxido de carbono generado al quemar residuos para crear combustibles sintéticos como metanol verde o los conocidos e-fuels.
Roldán valoró positivamente eventos como esta reunión del Grupo de Electroquímica organizada por la Universidad de La Laguna. “Lo más gratificante de ser científico es interactuar con personas inteligentes e interesantes”, comentó. Residiendo actualmente en Alemania, destacó cómo estos congresos le permiten conectar con grupos españoles dedicados a la electroquímica.
Además, enfatizó que estas interacciones pueden dar lugar a colaboraciones fructíferas y proyectos conjuntos. “Muchos estudiantes españoles vienen a realizar sus estudios doctorales o postdoctorales con nosotros; también recibimos profesores durante su año sabático. Pero esos vínculos se forjan mejor cara a cara; online no es lo mismo”, concluyó.
Dentro del marco del congreso también tuvo lugar el VII E3TECH Workshop / II Workshop Iberoamericano a Distancia E3TECH sobre “Tecnología Electroquímica para el nexo agua/energía a través del Atlántico” junto con una reunión dedicada a la red ELECTROBIONET.