El rabogato está incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Su presencia conlleva graves consecuencias para la biodiversidad local, ya que desplaza especies autóctonas, altera los ecosistemas y puede aumentar el riesgo de incendios, especialmente en zonas urbanas cercanas a espacios naturales.
Además, nos encontramos en una época de mayor exposición al polen, lo que provoca afecciones a la población de la ciudad desencadenando estornudos, picazón en ojos, nariz y en algunos casos dificultad para respirar.
En la actualidad, esta planta está ampliamente implantada en diversas zonas del municipio, especialmente en aceras, parterres urbanos y áreas próximas a espacios naturales ocasionando un importante impacto medioambiental y paisajístico.