La Universidad de La Laguna (ULL) ofrece un servicio de espectroscopía infrarroja a través del Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI), que permite el análisis no destructivo de sólidos, líquidos y gases. Esta técnica es esencial en diversas áreas científicas e industriales, facilitando la caracterización de compuestos y la obtención de información cualitativa y cuantitativa. El servicio ha visto un aumento en la demanda externa, alcanzando un 27% en 2024, y se utiliza para aplicaciones como el análisis de microplásticos y control de calidad en diferentes sectores. Además, el SEGAI contribuye a la formación de futuros investigadores mediante prácticas académicas.
El Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) de la Universidad de La Laguna se posiciona como un pilar fundamental en el ámbito científico, ofreciendo soporte técnico y instrumental tanto para investigaciones internas como para colaboraciones con entidades externas. Este servicio permite la obtención de espectros infrarrojos de diversos materiales, incluyendo sólidos, líquidos y gases, lo que demuestra su versatilidad en términos de velocidad de adquisición, resolución y sensibilidad.
La espectroscopía infrarroja ha emergido como una técnica crucial en múltiples disciplinas del conocimiento, gracias a su capacidad para caracterizar grupos funcionales y proporcionar información cualitativa y cuantitativa sobre las muestras analizadas. Al absorber radiación infrarroja, las moléculas experimentan cambios en sus estados vibracionales y rotacionales, lo que revela detalles sobre su composición atómica.
Esta técnica no solo es ampliamente utilizada en investigación rutinaria, sino que también permite mediciones precisas basadas en parámetros específicos. Su naturaleza rápida y no destructiva facilita la combinación con otras metodologías analíticas, como la microscopía electrónica o los rayos X. Esto proporciona un acceso más profundo a la estructura molecular y sus propiedades.
El equipamiento del Servicio de Espectroscopía Infrarroja ha evolucionado para incluir nuevas aplicaciones. En 2024, el 27% de la demanda provenía de clientes externos a la universidad. Entre los nuevos usos destacan el análisis cuantitativo de hidrocarburos en agua, la caracterización de microplásticos y el control de calidad en diversas industrias. Así, este servicio apoya campos tan variados como la electroquímica, la ciencia de materiales y la farmacología.
Actualmente, el servicio cuenta con espectrómetros avanzados como el Jasco FT/IR-6800, Jasco FT/IR-4700, y el microscopio espectrómetro Jasco IRT-7200. Estos instrumentos permiten realizar mediciones bajo condiciones ambientales con muestras sólidas o líquidas. El microscopio es particularmente útil para análisis complejos como estratigrafías de pinturas, donde se requiere identificar capas específicas dentro de una muestra.
Además del apoyo a la investigación, el Servicio de Espectroscopía Infrarroja desempeña un papel clave en la formación del futuro personal investigador. A través de convenios oficiales, acoge estudiantes en prácticas de grado y máster, además de ofrecer prácticas docentes para estudiantes de Física y Conservación y Restauración. Según Elena Pastor Tejera, catedrática responsable del servicio, esta iniciativa no solo fortalece la investigación sino que también asegura una adecuada preparación para los futuros usuarios.
El Servicio de Espectroscopía Infrarroja cuenta con una asignación específica dentro del presupuesto general del SEGAI. En años recientes, ha logrado acceder a financiación adicional mediante convocatorias destinadas a Equipamiento Científico-Técnico del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.