www.canariasdiario.com

El voto seguro: un tesoro que no garantiza el éxito

Por José Luis Azzollini García
lunes 01 de diciembre de 2025, 13:21h

Nadie sabe el tesoro que se posee hasta que alguien intenta arrebatárselo por las buenas, o por las malas. El poder votar es uno de esos grandes valores que posee la ciudadanía; y, por el andar de la perrita, parece que se acerca el momento. También es verdad que en lugar de tener la sensación de ser propietarios de un tesoro, las circunstancias pueden llevar a confundir el color del oro por el del latón; convirtiendo un posible tesoro, en una auténtica maldición que hace que escupamos sapos y serpientes por la boca, a toro pasado.

En la España que nos toca vivir en estos años convulsos, hay conciudadanos que tienen su voto poco más o menos que guardado en una caja fuerte. No es que su voto esté escrito en papel de oro, sino que es una decisión que la tiene tan segura, que es mejor que esté bien custodiada. Por no se sabe qué motivo, siempre habrá alguien que vendrá con la intención de que el seguro poseedor, cambie su decisión a la hora de votar. Como decía el personaje de los polvos de lavar de una famosísima marca -creo que ya desaparecida-: “lo siento mucho pero mis polvos no los cambió por nada del mundo”. Bueno no era exactamente así, pero trasladando la situación al tema de las votaciones, sería casi igual de obscena.

En una posición contrapuesta, nos encontramos un buen montón de votantes. Muchas veces es por no tener una conciencia segura de que todo marche como te dicen los unos y los otros. Pero en otros casos, simplemente es, porque nos entretenemos en leer los programas electorales y unir esa información a lo que se ha hecho tanto por quien ha gobernado, y ahora se presente con un programa renovado y actualizado; como por quienes han navegado en la oposición y desean que sea su programa el que abra los ojos y la mente que, dicen, necesita España. En esta tesitura es en la que nos vemos inmersos quienes, como he dicho, no tenemos ningún voto decidido que guardar como si de aquél tesoro se tratara. Y en este artículo, trataré de desmenuzar un análisis de políticos y sus programas; obviamente descartando, aunque solo sea para evitar volverme loco con tanta información, los lados opuestos del panorama político. Por no volverme loco y porque, para qué engañarme, votarles sería entregar mi voto a quien tal vez no me hubiera gustado de forma directa. Al final, por ese principio democrático que impone una negociación cuando no se alcanzan mayorías de gobierno estable con una sola opción, es posible que tu voto vaya donde no esperabas; pero en eso, no me meteré porque será inevitable. Por mucho que pueda doler, los pactos “raritos”, seguirán existiendo.

Entrando en harina, se observa que el país es gobernado por quien afirma es la mejor opción política para que siga progresando en valores democráticos y humanos. Sus políticas van, eso afirma quien figura de líder y quienes le aplauden cada una de sus decisiones, encaminadas a favorecer a los menos pudientes, frente a quienes poseen todo cuando un ser humano puede desear. Dicho de esa manera, parece un interés de lo más defendible. Pero ¿es así la realidad? es muy posible que pueda equivocarme en mis apreciaciones, pero yo sigo viendo que el número de desempleados no disminuye a niveles que ocurre en otros países, aunque en el nuestro las cifras se muestren del todo optimistas. ¿Baja o no baja el paro? Si nos fiamos de los fríos datos, hay que colegir que en efecto ahora hay menos parados que cuando asumieron el poder quienes están gobernando España. Hay que reconocer que las condiciones laborales han mejorado para quienes mantienen un empleo y parece que el ejecutivo pone su empeño en mejorar las condiciones contractuales. Cuando se hurga un poco más allá del brillo de la superficie, se puede ver que la precariedad sigue siendo un tema no resuelto. Las horas extras pueden estar siendo camufladas entre la necesidad de quien busca empleo o desea mantener el que tiene. Y, lo que es peor, por mucho que suben los salarios, cada vez se puede llenar menos la cesta de la compra. No hablemos de comprar una vivienda, pues el primer paso que podría ser el de alquiler, ya está siendo algo prohibitivo, incluso para quien tiene nómina. Parece que el sector donde más crece el empleo es en el de “servicios”. Pero si nos atenemos a datos estadísticos, entre 2019 y 2024, el sector público ha tenido un alza por encima del dieciocho por ciento, frente al ocho por ciento que muestra el sector privado. Eso estaría bien, si no fuera porque lo público se paga con dinero proveniente de los impuestos y estos, han de ser sufragados por lo privado. Es decir, por Don bolsillo personal. ¿Entonces?

En sanidad, tampoco es que haya que ir tirando voladores, aunque cuando te llega la fecha de que te atiendan, sí que hay éxito. ¿Es atribuible ese beneficioso atendimiento a la gestión de un gobierno? Me parece que mande quien mande, estaríamos hablando de una actitud profesional y humana que poco tiene que ver con lo que diga o haga quien gobierna. Es más, ese sector siempre es deficitario en lo que se refiere a medios humanos y materiales, pero ese mal, lo mantiene en el “debe” quien gobierna; y da igual sus siglas.

También es asumible por más de uno de los partidos que optan a llevar las riendas del país, todo lo concerniente a la corrupción. Algo que veíamos muy lejos y que solo creíamos que pasaba en las novelas, hasta que los “más listos de la clase” se colaron entre las siglas políticas y comenzaron a hacer de las suyas y poner a la Democracia contra la pared. Esa lacra, como digo, no es atribuible a un partido en concreto, sino que dentro de cada uno de ellos, hay indeseables que esperan su gran oportunidad. Lo que se ha de analizar, es cómo resuelven la papeleta, una vez detectados. Hemos de analizar las listas aunque de nada o poco nos valdrá al ser listas cerradas y ninguno, de quienes tienen la posibilidad de hacerlo, han movido ficha para abrir esas listas electorales. ¿Se prevé que lo hagan? El primero en dar ese paso, dará tal cañonazo sobre la mesa, que puede hacer que consiga buenos réditos electorales. ¡Ya se verá!

Pero, ¿La oposición se irá de rositas aprovechando que no gobierna? Ni hablar del peluquín, que diría el pueblo llano. Quien ha estado ocupando las plazas enfrentadas a quien gobierna, también presentará su oferta electoral para que la analicemos y decidamos; pero, dentro de ese análisis, han de estar contemplada las formas y maneras como se han conducido por el largo y tedioso camino que lleva al gobierno, pero por una carretera convencional. ¿Han presentado propuestas constructivas, o solo palitos en las ruedas? No me vale que ahora digan cómo lo harán, si no han intentado proponerlo para que, quien gobernaba, cambiara su posicionamiento. ¿Han sido serios, leales a su país por encima de sus creencias políticas durante su etapa opositora, o se han dedicado al insulto barato como medio de expresión? Tampoco me sirve de mucho que ahora propongan dulcificar la política si no ha sido su forma de conducirse en las sesiones parlamentarias.

En resumen, unos y otros, deberían preocuparse por el voto que se analice y no acomodarse pensando en el que “atesoran” los palmeros políticos de cada una de las siglas con las que se presenten para gobernar.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios