www.canariasdiario.com

Claudia, el fiscal y Rosalía

Por Julio Fajardo Sánchez
miércoles 12 de noviembre de 2025, 17:52h

Amanece un día espléndido. Claudia aún no ha llegado. Estará aquí en unas horas, pero será por el sur. Hoy se anuncia un temporal en el Tribunal Supremo. Se enfrentarán el Fiscal General y la OCU. Es un pleito del Estado contra el Estado. Una especie de Kramer contra Kramer, pero con mayor fiereza. No creo que sea posible que se encuentren en el portal y cojan juntos el ascensor.

Ya han declarado los periodistas, pero los periodistas no pueden aportar más que su palabra y, tal y como están las cosas, eso vale bien poco. No sé lo que va a pasar. Se trata de un asunto extremadamente mediático y en este aspecto las opiniones están divididas, como en todo lo que ocurre. Se llama la polarización.

Leo un artículo donde se plantea la duda sobre la justificación de atentar contra las obras de arte en nombre del cambio climático. Hay opiniones para todos los gustos. Se llama iconoclastia y tiene que ver con la brutalidad, pero las activistas dicen que tiene una gran repercusión mediática y les resulta rentable. Me recuerdan a Tita Cervera encadenada a unos árboles del paseo del Prado, frente a su museo. Nunca se le ocurrió arrojar botes de pintura roja sobre los cuadros de su propiedad. Ninguna de estas cosas es nueva.

Hace mucho tiempo que la sociedad intenta conquistar sus libertades con métodos parecidos. Por esto me ha resultado muy actual y muy original la propuesta mística de Rosalía. Rosalía se aleja de los sermones raperos e insulsos para refugiarse en el ascetismo de los conventos. Ya empezó llevando al “Si me dan a elegir”, de Los Chunguitos, a los Goya acompañada de un orfeón, con lo que perdieron la razón los que la acusaban de flamenquito, porque lo que hacía era elevar su arte a una categoría espiritual inusitada. Entonces me hago la pregunta de si lo único válido ante tanta desorientación es regresar a la meditación de las novicias vestidas de blanco, que es el color de la pureza. Quizá necesitemos un libro de autoayuda basado en el Kempis y flagelarnos un poco, como los piqueros de semana santa que no paran hasta sangrar. Lo curioso es que lo mismo hacen los musulmanes lamentándose por la muerte del sobrino de Mohamed en la fiesta del muharram, que es en el primer mes del calendario islámico.

Todo es un amago y no hay que dejar que la sangre llegue al río, pero lo que vivimos no es un simulacro, es real. Por eso Rosalía se viste de monja. He escuchado algo de su último disco y es un descubrimiento atrevido y oportuno. Hace tiempo que soy admirador de la cantante catalana. No se puede decir que sea vulgar después de que la escuché en “Palabras para Julia”, la canción que hizo Paco Ibáñez para el hermoso poema de José Agustín Goytisolo. “Acuérdate de lo que un día te escribí y ahora pienso”. Al ver estas cosas recuerdo a Fito Páez y su “Quién dijo que todo está perdido. Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Pues eso, que hoy me ha dado por la música mientras espero por Claudia y por las declaraciones del Fiscal.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios