España se enfrenta a un problema de gestión y trazabilidad de los fondos europeos, según el último informe del Tribunal de Cuentas Europeo. Persisten deficiencias en los mecanismos de control y en la aplicación de las reformas comprometidas, especialmente en materia de pensiones, empleo y productividad.
A ello se suma la baja ejecución presupuestaria nacional, que impide convertir las ayudas europeas en inversión real sobre el tejido empresarial. En la práctica, los fondos han tenido un impacto coyuntural, sin consolidar una base productiva sostenible ni mejorar la competitividad de las pymes.
Este contexto, unido al déficit estructural y la elevada deuda pública, anticipa tensiones fiscales si los fondos no ejecutados deben reintegrarse o compensarse en ejercicios futuros.
Canarias: un frente adicional
En el caso de Canarias, la situación adquiere un matiz propio. La consejera de Hacienda, Matilde Asián, ha advertido de la posibilidad de “momentos difíciles” ante la redefinición del presupuesto europeo y el riesgo de que el “sobre RUB” (Régimen de Ultraperiferia) pierda peso en un proceso de recentralización de los recursos comunitarios.
Esta incertidumbre llega en un momento en que el Archipiélago necesita consolidar simultáneamente los Presupuestos Generales del Estado, los fondos europeos y el sobre RUB, como ejes de estabilidad económica y cohesión social. Una reducción o reasignación de estos instrumentos pondría en riesgo las políticas de inversión, empleo y conectividad esenciales para las Islas.
Un nuevo contrato con la competitividad
CEOE Tenerife subraya que el final del ciclo de fondos europeos exige una nueva estrategia basada en la competitividad como eje vertebrador del desarrollo sostenible. La organización empresarial considera esencial:
• Reforzar la ejecución y transparencia en la gestión de los fondos.