Los simplementes especialistas
Instrumentos de valía para las empresas que licitan obras públicas
Por
Jesús Antonio Rodríguez Morilla
lunes 04 de febrero de 2019, 13:09h
Remodelacion del Palacio de Deportes de Santa Cruz de Tenerife
En mi pasear diario por los medios insulares y peninsulares, he reparado en una noticia de un Medio de Santa Cruz, relativa al Concurso de la Remodelación del Palacio de Deportes de dicha ciudad.
En la misma se refiere a la exclusión de una de las empresas licitadoras, debido a una probable incorrecta identificación, de mala fortuna, por parte del responsable empresarial encargado de esta tarea, a la hora de elaborar el sobre “A” o “Uno”.
Parece ser, que el documento exigible por los Pliegos de Condiciones se refería al Impuesto de Actividades Económicas (básicamente, encontrarse al corriente de pago en este aspecto, con la Hacienda Pública) y no, el IGIC, que tiene una naturaleza más Autonómica o local.
Viene bien el caso suscitado, para alabar a las empresas licitadoras, que disponen de un departamento o profesional especializado, experto en estos menesteres.
En mi dilatada vida profesional en una empresa de primer orden, he formado a muchos de estos especialistas, y sugerido en mis jornadas al efecto: releerse los Pliegos, disponer de una Ley de Contratos como libro de cabecera, etc. y en definitiva, saber moverse en los difíciles campos de minas que supone la Administración.
Las empresas licitadoras conocen (aunque a veces tarde) que la disponibilidad o la formación de estos avezados especialistas, no tienen precio, y sus conocimientos profesionales dirimen o no, que la empresa afectada, pueda o no, en consonancia, “pasar el corte” con limpieza, hacia las aperturas de los siguientes Sobres 2 y 3, o lo que es lo mismo, Sobres Técnico y Económico.
Continuando con las empresas, es muy posible, que una de estas descalificaciones que apuntamos por incumplimiento de los Pliegos, su elaboración, haya supuesto previamente un desembolso importante para su economía y lo que es aún peor, se haya elaborado una magnífica oferta técnica en la que no ha lugar su defensa.
Hay que mencionar con alabanzas de un tiempo a esta parte, la presencia del Tribunal de Contratos, formado por Juristas de prestigio y especialistas, que más de un dolor de cabeza, hacen desaparecer a los organismos.
Un lujo su presencia, aunque en ocasiones las actitudes temerarias o suicidas de las Empresas, presentando recurso con una posición final en el Concurso, realmente poco alentadora, junto la presencia de otros licitadores mejor posicionados que el recurrente, hagan perder un precioso tiempo.