Canción triste de Navidad
miércoles 24 de diciembre de 2014, 13:17h
¡Felices Fiestas! o no.
Aunque lo parezca, no es obligación ser feliz durante la Navidad. La aparente alegría de la gente nos imbuye la sensación de que si no nos sentimos felices somos unos desgraciados totalmente desplazados. Nada más lejos de la realidad. Si supiéramos realmente cuántos pasan estas fechas con júbilo y cuantas no, nos llevaríamos una sorpresa. Seguro. Cada uno lleva su mochila.
Si ya es difícil encontrar la ventura durante el resto del año, ¿Cómo no lo va a ser por Navidad que es cuando se hace más latente de lo que adolecemos? Navidad se ha convertido en un escaparate de nuestras vidas a lo grande, y puede que sea esta hiperexposición lo que nos hace ver a las claras lo que nos rabia y frustra. A quien le duele la falta de un ser querido, de un trabajo o de una pareja dificilmente disfruta con la misma lozanía del sinfín de situaciones supuestamente entrañables que deparan estos días.
Algunos dirán que nos hemos de agarrarnos a aquello bueno que nos rodea: familia, casa, amigos… y agradecer lo que tenemos porque así irradiamos positividad y todo lo que se nos acerca será good mood. Pero yo, que quereis que os diga, tampoco veo nada mal maldecir un rato el mundo por ser tan desagradecido con nosotros y llorar amargamente. De nuestros lamentos no tenemos porque dar cuenta a nadie.
Pero bueno, al final, todos hacemos un poco de San Manuel Bueno, mártir y nos ponemos la coraza de persona alegre, ya sea para contentar al prójimo ya sea para no destapar nuestra propia miseria. Vivimos con estoicismo pensando en que no hay mal que cien años dure y que en algún momento el viento nos soplará a favor.
Si usted se siente así, no se preocupe, no es ningún bicho raro.
PS: Yo sigo creyendo en la magia y los magos.