Bloodborne fue el mejor juego del año 2015, o por lo menos fue uno de los pesos pesados del mismo. Otro gran éxito de la casa From Software y del director Hidetaka Miyazaki (el mismo que dirigió Totoro, si me permiten el chiste barato), también creadores de su precuela espiritual Dark Souls, el cual a su vez fue una secuela espiritual de Demon's Souls (para que no os entre una hernia cerebral, hacen lo mismo que Final Fantasy, cada juego tiene su propia historia y personajes).Bloodborne funciona como una antítesis interesante en comparación con Dark Souls 2. Mientras Dark Souls 2 tiene cantidades innumerables de contenido y una larguísima duración de juego, Bloodborne es un juego que, aun siendo más escueto, apuesta mucho más por "la calidad antes que la cantidad". Dark Souls 2 fue un juego genial o incluso más que sobresaliente, pero lamentablemente no tenía el toque mágico de Hidetaka Miyazaki que sí tiene Bloodborne.
La atmósfera de Bloodborne es absolutamente perfecta, aun siendo técnicamente una secuela de los Souls, este juego dispone de su propia identidad. El estilo de lucha de nuestro protagonista completamente personalizable es muchísimo más dinámico y agresivo, la banda sonora se compone de sintonías orquestrales muy únicas y características, y la historia (la cual bebe mucho de las obras de H.P. Lovecraft) es terroríficamente buena y placentera de investigar.
Y también cabe decir que aun sin pertenecer al género, Bloodborne es también el mejor juego de terror de la generación gracias a sus siniestros escenarios y enemigos.
En Internet todo el mundo bromea diciendo "No, que los Dark Souls son los juegos más dificilísimos de la historia y son imposibles de jugar, LOL", pero he de informar de que ese dicho es parcialmente erróneo.
Lo que no suele decir la gente es que en realidad cualquiera puede jugar a Dark Souls y juegos similares. Es cierto que los juegos proponen unos muy grandes desafíos y se caracterizan por no cogerte de la mano al contrario que cualquier videojuego moderno, pero la mecánica de la saga Souls es muy fácil de manejar y la jugabilidad es accecible en su totalidad. El juego no requiere que te aprendas miles de combos como en un juego de peleas o en un beat'em up.
Aun tras decir ésto, Bloodborne no es un juego que deje su brazo a torcer, y aun con la fácil adaptabilidad y maniobrabilidad de los controles, para dominar este juego hacen falta muchísimos reflejos y destreza, incluso más que en el propio Dark Souls o en Demon's Souls.
De obtener el juego, recomendaría muchísimo conseguir la edición del año, o en el caso de tener ya el juego aconsejaría muchísimo descargar el DLC. Afortunadamente el contenido descargable de Bloodborne, al igual que los de Dark Souls 1 y 2, no consiste en mil trillones de DLCs sacacuartos ofreciéndote cosas mínimas, sino que es un único DLC que sirve como una expansión sólida en donde ya viene incluído armas nuevas, trajes nuevos, áreas nuevas, jefes nuevos, y elementos clave de la historia.
Bloodborne es definitivamente una compra obligatoria si dispones de una Playstation 4, incluso me atrevería a decir que es el mejor juego de dicha consola. No necesitas haber jugado a los Dark Souls anteriores para introducirte a este juego, y si eres fan de la saga de From Software pues este juego no te decepcionará en absoluto y servirá para abrir el apetito para el inminente Dark Souls 3.
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