Tras las elecciones celebradas este pasado domingo, el Partido Popular de Mariano Rajoy se ha hecho con la victoria y ha salido reforzado por la obligatoria repetición de los comicios, pasando de 123 diputados y un 28,7% hasta 137 diputados y 33% de apoyo electoral. El PSOE, Podemos y Ciudadanos han perdido parte del respaldo que sí obtuvieron el 20-D, lo cual debiera llevarles a recapacitar para dejar que la fuerza más votada forme gobierno sin poner palos en las ruedas ni oponerse numantinamente, lo cual sería de todo punto irresponsable.
De persistir en el inmovilismo se entraría en una espiral absurda que solo conduce a unas nuevas elecciones
Rajoy parece dispuesto a proponer a Pedro Sánchez y a Albert Ribera llegar a algún tipo de acuerdo que permita una legislatura estable, pero estos se muestran reticentes por ahora. De momento el PSOE en boca de su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, ha anunciado que su formación ni apoyará la investidura de Rajoy ni tampoco se abstendrá para facilitarla, pese a que se han oído voces dentro de su partido para permitir la formación de un gobierno absteniéndose en segunda votación. Pero no parece que Pedro Sánchez esté dispuesto a modificar su posición ya conocida. El líder de Ciudadanos también se ha mostrado contrario a votar a favor de la investidura de Rajoy.
Mientras tanto los principales agentes sociales y económicos se hacen oír reclamando que haya un Gobierno pronto y que los distintos partidos dejen de primar sus intereses y prioricen los del país. Lo razonable llegados a este punto es que aunque sea en minoría, el resto de partidos se abstenga en una votación de investidura para desbloquear la situación porque de persistir en el inmovilismo que llevó al país a tener que repetir las elecciones generales por primera vez en democracia, se entraría en una espiral absurda que solo conduce a unas nuevas elecciones.
Es preciso que haya gobierno y que lo haya pronto. Ya se ha perdido demasiado tiempo y los electores han hablado con suficiente claridad.
Si (
No(
