El CIT Sur subraya que el tipo de aviso que mejor se adapta a este propósito es el de “Amenazas Graves – Nivel 3”, según la regulación europea, destinado a situaciones que, sin ser críticas, requieren precaución, como nevadas intensas, vientos fuertes, oleaje peligroso, calor extremo o lluvias torrenciales. Esta categoría permitiría transmitir información preventiva esencial sin generar alarma innecesaria. En otros países de nuestro entorno este tipo de alerta se acompaña incluso de información sobre posibles disrupciones en el transporte público terrestre y aéreo.
La organización destaca que, en un territorio insular y altamente turístico como Canarias, disponer de una herramienta capaz de enviar avisos directamente a los dispositivos 4G y 5G, sin necesidad de aplicaciones adicionales, representa una oportunidad decisiva para incrementar la seguridad de residentes y visitantes.
El CIT Sur recuerda que la responsabilidad individual es fundamental para evitar tragedias, pero insiste en que la información puntual y accesible durante episodios meteorológicos adversos puede ayudar a comprender mejor situaciones potencialmente peligrosas y a tomar decisiones adecuadas. “La gestión de la información durante episodios meteorológicos es clave para evitar riesgos personales. Poder alertar de forma inmediata sobre cierres de senderos, oleajes peligrosos, prohibiciones de acceso o niveles de alerta ayudaría, en nuestra opinión, a reducir incidentes y a consolidar una isla más segura y mejor informada”, señala el CIT Sur.Actualmente, ES-Alert se utiliza principalmente para emergencias graves como incendios o erupciones. Su ampliación permitiría emitir avisos preventivos y operativos ante escenarios muy habituales en Canarias —viento, mal estado del mar, lluvias intensas o nevadas— que, según los expertos, podrían incrementarse en frecuencia e intensidad debido al cambio climático. En este contexto, la tecnología se convierte en una herramienta esencial de prevención y gestión del riesgo.
El CIT Sur considera que esta medida contribuiría a reforzar de manera significativa la imagen de Canarias como destino turístico seguro, responsable y alineado con los estándares internacionales de protección civil, así como con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de seguridad y resiliencia.