La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ya ha aprobado hasta cuatro insectos para su consumo
El Grupo Parlamentario Socialista en el Senado ha registrado una moción en la que insta al Gobierno a evaluar la posible intervención ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria para lograr que la cochinilla canaria sea considerada como alimento.
El senador por Gran Canaria Ramón Morales presentará esta iniciativa el próximo lunes en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Cámara Alta, en la que reivindicará, además, la viabilidad de incluir la producción como asegurable en el Seguro Agrario Combinado, así como que tanto agricultores como ganaderos dedicados a la cría de la cochinilla en Canarias puedan estar amparados por el Plan de Seguros Agrarios Combinados de España.
Tal y como expresó Morales, “la cochinilla, tanto a nivel local como internacional, destaca por su importancia como un producto agrícola valioso y parte integral de la cultura y el patrimonio de las Islas Canarias y otras regiones”. Asimismo, recordó que la Unión Europea ya ha aprobado hasta cuatro insectos para el consumo humano, por lo que “obtener la autorización para su consumo y comercialización supondría un impulso para este sector”, subrayó.
En este sentido, también destacó que este insecto ha sido utilizado históricamente para producir un colorante rojo para su uso en la industria textil y en la fabricación de tintes, además de como colorante alimentario natural. Para el senador “este cultivo supone una oportunidad única para impulsar la diversificación de la economía canaria, al tiempo que fortalece la identidad cultural del Archipiélago”.
Con todo ello, cabe resaltar que la cochinilla canaria ha sido distinguida en varias ocasiones a lo largo de la historia debido a su importancia económica, cultural e incluso científica, como su inclusión en 2013 en el Sistema Internacional de Certificación de Variedades de Origen de la FAO. A nivel local, la cochinilla ha sido reconocida por instituciones gubernamentales y, en 2016, fue identificada con el sello de Denominación de Origen Protegida (DOP), siendo la única de su especie en obtener este distintivo.
“Reconocer y apoyar el cultivo de la cochinilla no solo es una manera de preservar el tejido agrícola canario y garantizar su futuro, sino que pone en valor nuestra producción local y el esfuerzo de nuestros agricultores, quienes han mantenido viva esta tradición durante siglos”, concluyó.