La Plataforma por un Precio Justo exige una reunión con la Consejería de Agricultura ante la gestión deficiente de ASPROCAN y los bajos precios, que han llevado a la destrucción de producción y crisis en el sector.
La situación del plátano canario en el mercado es “crítica” y “devastadora”, lo que pone en riesgo el sustento de miles de familias en Canarias. Uno de los grupos más comprometidos con la defensa del sector, la Plataforma por un Precio Justo y Auténtico para el Agricultor del Plátano de Canarias, ha solicitado urgentemente una nueva reunión con la Consejería de Agricultura del Gobierno regional.
El colectivo agrario solicita al consejero Narvay Quintero que cumpla con su deber legal de supervisar la gestión de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) llevada a cabo por las organizaciones productoras. Esto se debe a que en 2015, el control fue transferido por el Gobierno canario a ASPROCAN (Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias).
La plataforma, que agrupa a plataneros de diversas islas, señala que “en dos semanas de agosto pasado, a propuesta de ASPROCAN y con la conformidad de la Consejería, dejó fuera del mercado (es decir, tirar a la basura) casi el 20% de la producción total en esos periodos, y aún así la comercialización fue un desastre” en cuanto a precios para los cosecheros, ya que ni siquiera se lograron cubrir los costes de producción.
Durante el mes pasado, los porcentajes de pica alcanzaron niveles "altísimos", llegando a un 15% del total comercializado en la tercera semana y un 18% en la cuarta. Como resultado de esta medida, se inutilizaron 2,2 millones de kilos de plátanos a lo largo de agosto. Esto significa que “una parte importante del plátano canario se tira a vertederos en condiciones deplorables, se utiliza como alimento para ganado o, en el mejor de los casos, se destina a donaciones que son financiadas íntegramente por los propios agricultores”.
La plataforma enfatiza que esta situación resulta “devastadora” para los cosecheros, “quienes han invertido esfuerzo y recursos con la ilusión de que su producción llegue a los hogares de los consumidores”.
La gestión de la IGP ha resultado en un “enorme fracaso”, generando una realidad “insostenible” debido al retorno de precios observado durante 2023 y los primeros tres meses del presente año. Esta situación ha llevado a un creciente número de agricultores a dejar esta actividad. La plataforma enfatiza: “No habían logrado recuperarse del golpe financiero recibido el año pasado y ahora se ven abocados a enfrentarse nuevamente a una crisis por los bajos precios”.
Al analizar las responsabilidades, tiene una visión clara: “Todo esto se debe a una gestión deficiente en la comercialización del plátano por ASPROCAN, exacerbada por conflictos entre distintas organizaciones plataneras y la competencia desleal generada por las ventas de bananas por parte de las propias organizaciones de productores (OPPs)”.
FALTA DE EXPERTOS EN LA ADMINISTRACIÓN CAUSA INACCIÓN.
Ante esta crítica situación, la preocupación del grupo de plataneros se centra en que “la Consejería de Agricultura del Gobierno canario parece no tener conocimientos técnicos y acepta las propuestas de ASPROCAN para equilibrar el mercado con una medida -la pica- que la Unión Europea solo permite en caso de crisis y gestión de riesgo”.
Según la plataforma, una “inacción que contribuye a una crisis permanente en el sector” se debe a la “falta de expertos capaces de llevar el plátano a mejores mercados y fomentar su crecimiento”, lo cual afecta directamente a decenas de miles de empleos en el Archipiélago.
Según este grupo de cultivadores del principal producto agrícola canario, “cada vez más voces claman por una reunión con la Consejería para adoptar medidas urgentes que protejan la IGP”. Esto explica la creciente demanda de un encuentro para abordar esta situación.
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