En los últimos tiempos, me encuentro muchos clientes que acuden a mí buscando una varita mágica a través de la cábala o mis sesiones de coaching espiritual, a lo que yo siempre contesto que la vida no funciona así.
Con una cábala mostramos a las personas, un mapa de ruta, pero el camino lo tienen que transitar ellos mismos.
Piensan que el éxito vendrá de la mano de la magia o de leer libros de autoestima que les enseñan que las cosas son sencilla y fáciles, pero eso nunca fue así.
Llevo 20 años trabajando con empresarios y líderes de empresas, y si algo he aprendido es que solo trabajando duro se consigue el verdadero éxito en la vida.
Y, queridos lectores, no hablo de tener dinero; eso, alguien que tenga una buena herencia, y en estas islas hay muchas personas así, puede tenerlo. Sin embargo, el éxito es otra cosa totalmente distinta.
El éxito es mirarte al espejo y estar orgullosa de la persona en la que te has convertido, hecha de equivocaciones, malas decisiones y errores, pero continuamente queriendo encontrar la menor versión de ti mismo.
¡Eso es el éxito! No agarrarte a viejos patrones, a lo conocido, sino cambiar cada día tu vida, estar dispuesto a empezar de cero si la vida te lo exige, y creer que ¡tú sí que puedes!, a la edad que sea y en las circunstancias que sean.
Pero, querido lector, ese éxito no se consigue con dinero y no se puede comprar; ese éxito se consigue con un arduo esfuerzo de muchos años, siendo una persona comprometida, ayudando al que tienes a tu lado a diario, y no queriendo ser quien no eres.
Es cierto que el dinero ayuda, y que, si lo tienes, posiblemente, el camino será mucho más liviano. Pero no es una condición indispensable para poder triunfar, sino todo lo contrario.
Para triunfar hay que creer en el concepto de ganar-ganar, de “si das, recibirás”, y en el “tú puedes”, esforzándote cada día para conseguirlo.
No obstante, ahora me encuentro cada día a personas que buscan chamanes, magos y brujas que les digan que todo les será regalado y que, con pensar, sentaditos en el sofá, podrán conseguir lo que quieran.
Pues bien, querido lector, si tú eres una de estas personas, olvídate de conseguir el éxito, porque nunca se consiguió de esa manera. Cada persona con talento que he conocido y exitosa, lo han hecho a base de la repetición, la insistencia y la planificación estratégica constante, no a base de polvos mágicos.
Han cambiado sus vidas gracias a su esfuerzo y dedicación en una actividad en concreto, y la constancia y el buen hacer ha hecho el resto.
Pero, para la desgracia de este mundo, estamos rodeados de ilusos que esperan que, desde el sillón, les vengan las cosas y, después, emplean sus jornadas en quejarse de todo: el gobierno, los políticos, los empresarios, los clientes, los empleados…
Todo está mal para estas personas, y se posicionan al otro lado del muro como si la vida no fuera con ellos, esperando que caiga una estrella del cielo y les lleve mágicamente a una mejor vida.
Además, querido amigo lector, sería injusto que esto sucediera así, ¿verdad? Porque cada día miles de personas se levantan al amanecer para sacar adelante a sus familias y poder vivir dignamente.
Esas son las personas que, al mirarse en el espejo, pueden decir: “Finalmente, creé la mejor versión de mí”
¿Y tú, querido amigo lector? ¿Qué ves en ese espejo?
Si (
No(
