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Hoy por ayer

martes 07 de diciembre de 2021, 07:00h

Partimos de una verdad absoluta, si están de acuerdo conmigo ya que sino no será absoluta, Vds. me leen siempre hoy. Así en presente. Pero cuando lo escribo también es hoy pero realmente cuando Vds. lean estas líneas, si tienen esa amabilidad, fueron escritas ayer o anteayer o hace un mes. Pero Vds. me siguen leyendo hoy.

Todo este galimatías no tiene otra intención que justificar que un texto que va a ser leído a partir del siete de diciembre realmente está escrito el día anterior, o sea ayer para Vds. hoy para mí, día de la Constitución y en consecuencia fiestas nacional.

La Constitución no es más que una Ley, los cursis lo llaman ley de leyes, y el constitucionalista y filósofo del derecho Hans Kelsen lo situó en la cima de la pirámide normativa. Una democracia debe tener una Constitución, USA la tiene muy breve y con muchas enmiendas, el Reino Unido no tiene y Alemania tenía la “Ley Fundamental de Bonn” pues no podía tener una Constitución hasta que Alemania no fuese una sola nación.

Nuestros padres constituyentes bebieron sobre todo en las más modernas para inspirarse, la Ley Fundamental de Bonn y la Constitución Italia, ambas promulgadas después de la guerra mundial, la segunda. La estructura del estado de esas tres normas resulta muy parecida pero este no es el foro para hacer un tratado de derecho comparado y muy probablemente no soy la persona idónea para comparar esas normas.

Lo cierto es que hoy para mí, ayer para Vds., se celebra la aprobación de la Constitución por referéndum con mayoría aplastante, votaron en contra los tardo franquistas y determinados partidos muy de derechas y nacionalistas que se han agarrado a ella para, cual parásito hacer valer unos votos y chupar hasta lo inaceptable del resto de España. Quizás en este pequeño país deberíamos cambiar el Madrid nos roba por otras Comunidades que venden a un gobierno sectario y sin sentido de estado sus escasos votos a precio de oro. Literal.

Pero yo quería hablarles de la Constitución, aparentemente la aprobación de una ley no tiene por qué celebrarse, total puede ser modificada; pero lo que hoy se conmemora es mucho más que una ley. Es la reconciliación de las dos Españas a través del buen hacer del Rey Juan Carlos, de Adolfo Suárez y Felipe González, como más destacados. De que se pudiese fotografiar a Pasionaria hablando con Fraga, que en otra foto posasen pacíficamente el propio Fraga (que tan bien le sentó su paso por Londres como embajador) con el general del ejército ruso Enrique Lister, con Carrillo y con otras muchas personas que cedieron mucho para alcanzar un acuerdo de paz.

Se tuvo que alisar el camino, con leyes quieren ser releídas como la ley de Amnistía, la legalización del partido comunista en un viernes Santo con la dimisión del Ministro de Marina, a la sazón Almirante Pita da Veiga y sustituido por el Almirante Pery.

Había ruido de sables que se materializaron en la operación galaxia y en el golpe de estado de 23 de febrero de 1981 cuanto el teniente coronel Tejero entro pistola en alto en el Congreso de Diputados secuestrando al poder legislativo y al ejecutivo de una tacada. Calvo Sotelo vio peligrar su cargo de Presidente.

Por eso quienes predican que hay que derogar la Constitución no han entendido nada, o no lo han querido entender, los motivos pueden ser variados, por zoquetes, por anti demócratas, por ignorantes, por mediocres con pretensiones de estadistas.

Ese texto nos ha dado el período de paz más largo en democracia si orillamos el terrorismo ahora justificado por el gobierno de la nación, unas mil personas, militares, guardia civiles, policías, civiles, adultos, niños, personas como Vd. que me lee hoy o yo que lo escribí hoy también pero ese hoy era el 6 de diciembre.

Demasiada no es consciente de cuanto debemos los españoles a esa generación que nos ha precedido por el esfuerzo de conciliación, empezando por el Rey Juan Carlos que heredó del general Franco el poder absoluto del estado y lo cedió a la ciudadanía mediante la sanción de la Constitución.

La Constitución es efectivamente una Ley y como tal es reformable pero lo que hay que entender es que la Constitución del 78 no se puede reformar desde el sectarismo y la crispación actual. Necesitamos, para su reforma, el espíritu y generosidad de las cortes constituyentes, de los partidos de entonces y del patriotismo que, desde un extremo a otro, muchos españoles tuvieron, sin rencores y pasando página.

Retraernos a lo que se perdonaron nuestros constituyentes pues aparte de temerario es injusto. No es cierto que solo hubiese paseíllos desde un bando, tampoco es justo poner el inicio en 1936, porque no en 1931 con la proclamación de la República, o en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera. Hay que ser cauteloso con el repaso del pasado, reabrir heridas es malo y entiendo y acepto que todos tenemos derecho a tener enterrados a nuestros ancestros es un cementerio y no en una cuneta o fosa común. Pero la gestión del pasado que se está haciendo ni es justa, ni equitativa y es temeraria y con eso, no importaría que los dijese, no pretendo justificar ni el régimen franquista ni sus crímenes que son horrendos, pero cuidado como manejamos la memoria histórica; en ambos bandos se produjeron crímenes.

Por eso, entre otros muchos motivos, se celebra la Constitución del 78, y yo me alegro de vivir en la democracia que emana de la misma.

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