La progresiva subida delprecio de la electricidad y los carburantes ha generado un efecto dominó en otros productos esenciales, como transporte y vivienda y, en especial, en productos que afectan a la cesta de la compra. En concreto, este incremento ha provocado que aceites y grasas hayan aumentado desde enero un 20%, los refrescos un 7,4% y la fruta fresca un 4,6%
Un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revela que las progresivas subidas del precio de la electricidad, el butano y los carburantes, se han traducido en un significativo incremento del IPC en lo que va de este año 2021, "especialmente en las partidas de transporte (7,9%) y vivienda (7,3%), tal y como publica el Instituto Nacional de Estadística".
Estos desmesurados incrementos también han afectado a productos esenciales incluidos en la cesta de la compra diaria. Aquí, la OCU ha advertido que la subida de los carburantes y la electricidad han incidido directamente en productos como aceites, aguas, frutas, huevos y carnes.
En concreto, la OCU reseña que desde enero del presente año, el IPC de los alimentos y bebidas no alcohólicas se ha incrementado un 1,5%. Las partidas que más han subido -añade esta organización de consumidores-, son los aceites y las grasas (20%), el agua mineral, los refrescos y los zumos (7,4%), la fruta fresca (4,6%), los huevos (3,5%) y la carne de ave (3,0%). Entre las pocas partidas que bajaron sus precios destacan las legumbres y hortalizas frescas (-1,3%) y el pescado, fresco y congelado (-1,2%).
La OCU advierte que estos incrementos son muy preocupantes "por cuanto afectan directamente a las economías más vulnerables; y más ahora cuando el 45% de los hogares ha sufrido una pérdida de ingresos durante el año pasado, según una reciente encuesta sobre el índice de solvencia familiar realizado por la organización".
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