La investigación en torno al crimen de las niñas Anna y Olivia, así como del paradero del presunto autor, Tomás Gimeno, continúa y la juez que investiga los hechos ha certificado mediante auto que el padre actuó de forma premeditada y quiso causar un "inhumano dolor a la madre", Beatriz, hipótesis esta apuntada desde un principio por la Guardia Civil.
En el auto, la juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Güimar, sostiene también que Gimeno habría dado muerte a las niñas en su finca de Igueste (Candelaria) en un plan preconcebido cuyo fin era justamente ese, provocar el mayor daño imaginable a su expareja y madre de las dos pequeñas.
Un plan, sostiene la magistrada, "atroz" y que de forma "deliberada buscó dejarala en la incertidumbre" asegurando que marchaba a un lugar lejano para empezar una nueva vida.
La juez también ha solcitado una orden internacional de detención de Tomás Gimeno por la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.