El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha respondido a través de la concejala de Educación, Lourdes Armas, con un escrito lleno de errores. Dice que la modalidad telemática no está contemplada en el contrato con la empresa Eulen. ¿No es cierto que estuvieron dando las clases online durante 15 días? ¿Quiere decir entonces la concejala que actuaron fuera de contrato durante ese tiempo? ¿Por qué Eulen, que gestiona también las Universidad Popular para el Ayuntamiento, ha continuado en ese caso con las clases online? ¿Se contempla en este contrato con Eulen las clases online?
Pues claro que no se contemplan en el contrato las clases online como tampoco se contemplan generalmente en la enseñanza reglada, la no reglada, en los centros de trabajo o en el resto de las Escuelas de Música de toda España y se está haciendo por el bien de los alumnos. Estamos en un estado excepcional, podrían hacerlo si hubiera voluntad para ello. Obvia también decir que la recomendación de las autoridades españolas e internacionales es que se continúe con la formación telemática. No se contemplan las clases online en el contrato pero tampoco se prohíben. Es decir, es una interpretación que se hace, en esta ocasión, contra los profesores y alumnos.
La concejala también dice que las clases online conllevarían despidos. Su decisión de suspender la actividad en la EMEM sí que ha llevado al desempleo a la mayoría de trabajadores de la Escuela, dejándolos en una situación bastante precaria.
Nos preocupa mucho que Lourdes Armas asegure que «con la resolución de la suspensión se garantiza el mantenimiento de la plantilla, al incluir entre los conceptos a indemnizar los gastos salariales que se abonen durante el periodo de suspensión». Pues que le pregunte a los trabajadores en el paro y con ínfimos ingresos. O alguien la engaña o nos quiere engañar a todos.
Añade la concejala otro argumento. “No todo el mundo estaría dispuesto a recibir teleformación y abonar la cuota”. En esta ocasión también hace una suposición sin recabar información fuentes fidedignas. Nosotros no tenemos ni una sola solicitud en ese sentido de ningún asociado y no sabemos de nadie que lo haya pedido, más bien lo contrario puesto que se estaban realizando las renovaciones con total normalidad. Los alumnos, en su inmensa mayoría, queríamos seguir con las clases online y ni siquiera se ha pedido la eliminación o disminución de la cuota, como han hecho muchos Ayuntamientos de Canarias y del resto de España. Eso sería tener sensibilidad social, pero no es el caso. Nunca lo hemos pedido.
¿Cuántas personas solicitaron su baja de la escuela en esos 15 días de clase online que justifiquen esa medida? ¿Sabe la concejala que hay una larga lista de interesados para entrar en la Escuela con las que se podrían cubrir las posibles bajas?
Lo grave de todo esto es que, según la concejala, la empresa será indemnizada “por daños y perjuicios, hasta que se retome la actividad por cuatro epígrafes: los gastos salariales, los de mantenimiento de la garantía definitiva, los de alquileres o costes de mantenimiento de maquinarias, instalaciones y equipos, y los correspondientes a las pólizas de seguro”. Es decir, la empresa va a seguir cobrando del erario público sin ofrecer servicio alguno, con los profesores con un paro exiguo y los alumnos sin clase. De esta situación, solo saca ventaja la empresa. Es incomprensible e indignante que un dirigente político permita esta situación. Ponen en el paro a los profesores, dejan a los alumnos sin clases pero la empresa sigue cobrando.
Merecemos una Escuela de Música dirigida por personas que la valoren, que la quieran, que comprendan su valor y su papel en esta sociedad. Que pongan en primer lugar a los profesores y alumnos en vez de a la empresa que la gestiona. Que tengan voluntad de arreglar los problemas cuando aparecen. Lo que tenemos claro es que no merecemos dirigentes que nos mientan.
Si (
No(
