Un total de 306 policías británicos han sido acusados de aprovechar su posición para explotar sexualmente a personas, entre ellas víctimas de delitos, reveló este jueves un informe.
De acuerdo con la Inspección de Policía, organismo a cargo de esta investigación, el abuso de autoridad con fines sexuales es la forma "más grave" de corrupción que afrontan las fuerzas del orden en Inglaterra y Gales, las regiones incluidas en el documento.