Estas puertas, conocidas como shoji, están formadas por marcos de madera y papel traslúcido y para abrirlas es necesario deslizarlas, como si fuese una puerta corredera. Sin embargo, el gato protagonista de esta historia no conoce el funcionamiento de este elemento de la casa y en lugar de tratar de deslizar la puerta la atraviesa directamente.
Como puede verse en las fotos que sube su dueño a las redes sociales, el resultado es un fracaso para el gato, que queda atrapado en la puerta con una mitad del cuerpo en una habitación y la otra mitad en otra y una faena para el dueño, que ve aparecer cada vez más agujeros en las puertas de su casa por la insistencia de su mascota de cruzar.