TENERIFE

Teleférico del Teide: pionero 100% solar en alta montaña

Redacción | Lunes 17 de noviembre de 2025
El Teleférico del Teide es el primero del mundo en operar de forma autónoma y 100% solar en alta montaña. En su primer año ha logrado una huella de carbono cero, evitando más de 600 toneladas de CO₂, lo que equivale al consumo eléctrico de 700 hogares o a la absorción de carbono de 24.700 árboles.

El Teleférico del Teide consolida en su primer año de operación 100 % solar un modelo pionero en alta montaña que ya ha evitado más de 600 toneladas de CO₂. La magnitud de este avance permite proyectar, a cinco años vista, un beneficio ambiental equivalente a plantar 125.000 árboles, una cifra que refleja la dimensión real del compromiso de Tenerife con la sostenibilidad y la innovación aplicada a sus espacios protegidos.

El primer año de funcionamiento en modo 100 % solar ha permitido alcanzar un impacto ambiental tangible y verificable. La instalación ha evitado más de 600 toneladas de CO₂ en solo doce meses, un logro que se traduce en el equivalente al consumo eléctrico anual de 700 hogares o a la capacidad de absorción de 24.700 árboles plenamente desarrollados. Este resultado sitúa al Teleférico del Teide como un referente internacional en transición energética aplicada a entornos naturales de máxima sensibilidad, y confirma que es posible avanzar hacia modelos de operación limpios sin comprometer la protección del Parque Nacional.

Este hito no solo demuestra que la energía solar puede sostener una infraestructura de alta montaña, sino que abre un camino replicable para otros territorios que buscan soluciones autónomas en espacios aislados o de difícil acceso. La integración de paneles fotovoltaicos y sistemas de almacenamiento en un entorno volcánico protegido, sin ocupar nuevo suelo ni alterar el paisaje, reafirma la coherencia entre tecnología, conservación y excelencia en el servicio.

Si la tendencia continúa, en cinco años el beneficio climático superaría los 125.000 árboles, unas 415 hectáreas de bosque, tres veces la masa forestal de Agua García o prácticamente toda la superficie arbolada del entorno de Chinyero. Esta proyección permite dimensionar el impacto real de un proyecto que nació con vocación de transformar la manera en que se conciben y operan las infraestructuras turísticas en espacios protegidos, colocando a Tenerife en una posición de liderazgo en sostenibilidad, innovación y gestión responsable del territorio

La presidenta del Cabildo de Tenerife y de Teleférico del Teide, Rosa Dávila, expresó que para la isla “contar con el único teleférico del mundo que se mueve exclusivamente con la energía del sol es un motivo de orgullo y una muestra de que Canarias puede liderar la innovación sin renunciar a la protección del Teide ni a la excelencia del servicio”. Afirmó que este hito “confirma que la sostenibilidad es un camino real y posible desde Tenerife hacia el mundo”.

Subrayó también que haber cumplido este primer año con cero emisiones contaminantes confirma que estamos ante un modelo ejemplar de gestión en espacios protegidos y un camino que se seguirá reforzando desde lo más alto de España.

Laboratorio vivo de sostenibilidad

La instalación opera de manera estable en uno de los paisajes más singulares del planeta, y demuestra que innovación y protección ambiental pueden avanzar juntas. El director general de Volcano Teide, Ignacio Sabaté, destacó que “mover el Teleférico con el sol ya no es un proyecto, es una realidad que supera las expectativas marcadas”. Considera que la infraestructura “se ha convertido en un laboratorio vivo de sostenibilidad que demuestra que la transición energética es viable incluso en condiciones extraordinariamente exigentes”.

El impacto ambiental del sistema se entiende de forma sencilla. Un árbol adulto actúa como un pulmón natural que limpia el aire y devuelve oxígeno a la atmósfera. “Que en un año se haya alcanzado el efecto que generaría un bosque entero evidencia la magnitud de la aportación al clima que se está logrando desde el Teide”, valoró Sabaté.

Apuesta estratégica por la transición energética

La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Emergencias del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez, subrayó que el Teleférico del Teide confirma que “es posible aplicar soluciones energéticas limpias en espacios protegidos sin alterar su equilibrio”. Asegura que el proyecto “refuerza el compromiso de Tenerife con la conservación del volcán y con una transición energética responsable”.

Este avance ha sido posible gracias a una inversión de 2 millones de euros, procedentes de recursos propios y fondos europeos Next Generation, lo que sitúa a Tenerife a la vanguardia de la innovación aplicada a infraestructuras turísticas de altura.

El director técnico de Volcano Teide, Luis Pintor, explicó que los paneles fotovoltaicos “se integraron sin ocupar nuevo suelo ni alterar el Parque Nacional”, reforzando la coherencia entre tecnología y conservación. Defensa que “en un entorno de alto valor ecológico, la tecnología debe adaptarse al lugar y no al revés, porque el Teleférico tenía que ser parte de la solución”. Para Pintor, el proyecto simboliza “un turismo compatible con la naturaleza y la capacidad de Tenerife para liderar la sostenibilidad”.

Sabaté añade que el modelo “abre un camino replicable en infraestructuras aisladas, en islas o en zonas remotas donde la energía limpia es un reto”. Asimismo, ha impulsado empleo cualificado, formación y una cadena de valor vinculada a la innovación en altura.

Lecciones aprendidas

Una de las curiosidades que ha dejado este primer año es que, al contrario de lo que se piensa, los meses de mayor producción solar en el Teleférico no son los de verano, sino los de otoño y primavera. La explicación está en la combinación de factores como la radiación, la temperatura y la inclinación solar.

En verano, pese a contar con más horas de luz, el calor excesivo reduce la eficiencia de los paneles fotovoltaicos. En cambio, en primavera y en otoño, con temperaturas moderadas y una radiación todavía intensa, el rendimiento de los módulos alcanza sus picos. “Es un caso que desmonta mitos habituales sobre la energía solar y que nos enseña cómo funcionan realmente estos sistemas en condiciones de montaña” apunta Pintor.

Para Pintor, la clave ahora está en no detenerse. “Hemos cumplido el objetivo y el compromiso inicial. Ahora comienza una segunda etapa en la que seguiremos optimizando los algoritmos de gestión, cuidando la vida útil de las baterías y compartiendo lo aprendido para que otros lugares se beneficien de esta experiencia”.

El valor del equipo humano

Sabaté quiso reconocer el esfuerzo del personal que ha hecho posible este hito. Destacó “el talento y la dedicación de los ingenieros y profesionales de Volcano Teide que garantizan cada día una operación segura, innovadora y absolutamente respetuosa con el entorno”.

El liderazgo técnico ha estado coordinado por Luis Pintor junto a expertos como Orlando Viera, Pedro Martínez, Juan Carlos González y el equipo suizo encabezado por Hansueli Zeller, referente en sistemas energéticos aislados. Una colaboración que une experiencia local e internacional para alcanzar una operación completamente limpia en un entorno tan exigente como la alta montaña.

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