Y qué si Tezanos le da 15 puntos de ventaja al PSOE sobre el PP. Nadie se lo cree, porque si fuera verdad Sánchez correría a convocar elecciones. Entonces por qué lo hace. Si la respuesta es para contentar a los suyos es que los considera tontos. Alguien dice que es la preparación del cuento del lobo, que en realidad se llama Pedro y el lobo. De tantas veces como es mentira habrá una en la que sea verdad y los cogerá a todos con el culo al aire. Todo esto estaría bien si no fuera porque el CIS es una institución del Estado pagada por todos los españoles, y los españoles no están dispuestos a correr con los gastos de estas estrategias.
Tezanos tiene prestigio dentro del socialismo. Es profesor de la facultad de Sociología y el hecho de que chinche a la derecha todos los meses le hace subir el caché entre los suyos. A mí me sería difícil construir el perfil psicológico de este personaje. Me resulta un misterio. No me fío y ni siquiera me creo que sea idiota ni que esté al servicio de un fin inconfesable. Pienso que, como tantos otros, en esa actitud permanente de cerrar filas, será respetado por sus correligionarios. Esto no debe hacerlo muy feliz porque él mismo sabe que es falso lo que fabrica, a menos que comparta esa psicopatía tan común de creerse sus propios bulos.
Nada de esto que divago es serio. Así que sospecho que hay un gato encerrado que no soy capaz de desentrañar. Alguien me está siendo creer que es tonto para que yo, al ser más listo, me lo trague y luego me espere en la bajadita. Como todos vivimos en la máquina del fango estamos acostumbrados a soportar una dana tras otra, cada mes. Me recuerda al sistema de cazar a la solitaria con mermelada, un tapón de queso y un martillo. Se ponen cada día lavativas de mermelada rematadas con un tapón de queso en el mismísimo ojete. Se repite la operación durante una semana. Al séptimo día se pone solo la mermelada sin el queso. Entonces sale la solitaria a preguntar: “¿Y el queso?” Y se le da un martillazo.
Quizá Tezanos nos esté engodando con algo parecido. Algo se debe traer entre manos, porque tonto, lo que se dice tonto, no creo que sea a pesar de su cara de panoli. Ahí tienen, por ejemplo, a Almeida, al que llaman cara polla y es abogado del Estado. Lo de Tezanos, que este mes rebasa todos los récords —debe ser por lo de la flotilla—,no me inquieta. Lo que sí lo hace es que se está convirtiendo en costumbre y de la costumbre se pasa a manía y de aquí a un trastorno mental serio. Lo malo de estas cosas es cuando pasan a ser crónicas, y lo de Tezanos dura tanto que está a punto de transformarse en pandemia.
Yo no tengo problema porque estoy vacunado, pero me preocupa que esta enfermedad de exceso de credibilidad esté contagiando a una militancia a la que considero inteligente, y además es necesario que lo siga siendo y no acabe como un rebaño de ovejas dando balidos desnortadas por la pradera de Chiquito de la Calzada. Háganselo ver.