INVESTIGACIÓN

Investigación destaca el impacto del punk tinerfeño en la cultura española

Redacción | Sábado 27 de septiembre de 2025

Una reciente tesis doctoral defendida en la Universidad de La Laguna, titulada "Ruido y oscuridad: estudio del punk y sus derivados en Tenerife", analiza la influencia del punk tinerfeño en el panorama musical y cultural de España. El investigador Damián Martín Marrero destaca cómo este movimiento contracultural ha sido fundamental para la identidad local, desde sus inicios en los años 70 hasta su resurgimiento post-COVID-19. La investigación revela que bandas como Escorbuto Crónico y Familia Real no solo desarrollaron un estilo propio, sino que también impactaron en la escena nacional. Además, se exploran las raíces filosóficas y técnicas del punk, proporcionando una visión integral de este fenómeno cultural. Este trabajo es una valiosa contribución a la preservación de la historia musical de Tenerife.



La preservación de la memoria de los movimientos contraculturales es esencial para evitar la pérdida de identidades y relatos compartidos. Con este propósito, la tesis doctoral titulada “Ruido y oscuridad: estudio del punk y sus derivados en Tenerife”, defendida por Damián Martín Marrero en el programa de doctorado en Arte y Humanidades de la Universidad de La Laguna, se adentra en un aspecto poco explorado de la cultura tinerfeña. Este trabajo no solo examina el punk como un estilo musical, sino que lo contextualiza como un fenómeno social y cultural significativo en la isla.

La investigación abarca desde los inicios de la escena punk en Tenerife a finales de los años 70, influenciada por el contexto británico y el turismo, hasta su resurgimiento post-pandemia, impulsado por nuevas generaciones desilusionadas con la música local. Uno de los descubrimientos más relevantes fue el impacto de bandas como Escorbuto Crónico o Familia Real, que no solo fueron pioneras en desarrollar un estilo propio, sino que también dejaron huella en la escena nacional. “Su estilo musical no era una mera imitación de lo que llegaba desde la Península; sus características influyeron notablemente en otras bandas del país”, afirma Martín Marrero.

Un análisis profundo del movimiento

Este trabajo desafía prejuicios comunes sobre la cultura canaria, como la idea de que siempre llega filtrada a través de Madrid u otras grandes ciudades. En cambio, destaca que desde Tenerife también emergieron propuestas originales para el panorama punk nacional.

A través del estudio de obras divulgativas, grabaciones, fanzines e entrevistas con miembros de bandas históricas y actuales, Martín ha logrado reconstruir las diversas etapas del movimiento en Tenerife. La primera etapa se sitúa a partir de 1978, cuando surgen dos focos diferenciados: en La Laguna, las bandas presentan un fuerte componente ideológico vinculado al anarquismo y a la izquierda revolucionaria; mientras que los grupos de Santa Cruz tienden hacia letras más nihilistas centradas en la autoexpresión.

El renacer del punk tinerfeño

Entre 1983 y los años noventa, se identifica un periodo vibrante con nuevos grupos que logran proyectarse más allá del archipiélago. “Fanzines documentan intercambios entre estas bandas y colectivos del Reino Unido, Brasil y Estados Unidos”. Durante esta época, algunas formaciones lograron actuar en importantes escenarios del punk nacional como el País Vasco, donde fueron reconocidas por su innovación musical.

Después de varias décadas durante las cuales el género fue eclipsado por corrientes urbanas como la música electrónica o el rap, el escenario post-pandemia ha visto un nuevo renacer liderado por jóvenes músicos. “Paralelamente al circuito convencional de locales y festivales, estas bandas han recuperado el estilo clandestino característico de etapas anteriores”, señala Martín. Grupos como Hermano Mono o Tensö son ejemplos destacados de este revival del punk tinerfeño, que ha alcanzado incluso escenarios internacionales en países como Japón y México.

Dimensiones filosóficas y musicales

Aunque la revisión cronológica es central en esta tesis, también incluye dos bloques fundamentales para entender mejor este fenómeno. El primero aborda una dimensión filosófica y conceptual analizando las raíces teóricas del punk e interpretando el movimiento desde diversas corrientes de pensamiento.

El tercer bloque se centra en el análisis musical. Como músico formado, Martín consideró esencial explorar los aspectos técnicos del género. Destaca así la importancia de contar con herramientas adecuadas para estudiar este estilo contracultural desde una perspectiva especializada. A menudo se pasa por alto el análisis musical en investigaciones sobre punk; por ello, definió conceptos clave como desafinación o distorsión para facilitar su comprensión a quienes carecen de formación técnica.

Un legado documental valioso

Martín ha recopilado un extenso catálogo de maquetas, fanzines y grabaciones disponibles tanto comercialmente como en foros digitales. Este archivo exhaustivo representa una valiosa contribución documental al estudio del punk tinerfeño.

A pesar de haber sentido siempre interés por investigar la música popular urbana dentro del contexto cultural tinerfeño, fue gracias al apoyo de su director de tesis, Pompeyo Juan Pérez Díaz, profesor titular del Departamento de Historia del Arte, que decidió enfocar su trabajo específicamente en el punk. Aunque se consideraba seguidor del género, no imaginaba la magnitud e influencia que había tenido esta escena local.

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