El Consejo de Ministros ha aprobado un Anteproyecto de Ley que modifica la Ley 28/2005, ampliando los espacios sin humo y estableciendo nuevas regulaciones sobre el tabaquismo. Esta reforma busca proteger la salud pública, especialmente entre la población joven, y responde a cambios en el consumo de productos relacionados con el tabaco. Se prohíbe fumar en más espacios públicos, se regula el uso de cigarrillos electrónicos y otros productos similares, y se refuerzan las restricciones publicitarias. Además, se crea un Observatorio para la Prevención del Tabaquismo para coordinar políticas públicas en esta área. La ley también incluye un régimen sancionador actualizado y un periodo transitorio para que los fabricantes se adapten a las nuevas normativas.
El Consejo de Ministros ha dado luz verde al Anteproyecto de Ley que modifica la Ley 28/2005, enfocándose en medidas sanitarias contra el tabaquismo. Este cambio busca fortalecer la protección de la salud pública y adaptar la normativa a los nuevos patrones de consumo y al mercado de productos relacionados con el tabaco.
La reforma se inscribe dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, respondiendo a la evidencia científica acumulada y a las inquietudes expresadas durante un proceso de consulta pública. Con esta nueva legislación, se pretende ofrecer una respuesta más efectiva frente a los desafíos actuales planteados por el uso del tabaco.
Uno de los elementos clave del Anteproyecto es la inclusión de definiciones claras y regulaciones específicas para productos vinculados al tabaco. Estos artículos han visto un aumento significativo en su consumo, especialmente entre los jóvenes, aunque no siempre contienen tabaco o nicotina. Sin embargo, están asociados al acto de fumar o inhalar, lo que incrementa el riesgo de adicción al tabaco convencional.
Entre los productos que ahora estarán bajo regulación se encuentran:
Estos nuevos productos estarán sujetos a las mismas restricciones legales que rigen el consumo de tabaco tradicional. Esto incluye:
Esta equiparación legal busca ofrecer una respuesta coherente desde la salud pública ante los efectos nocivos similares que estos productos pueden tener sobre los consumidores y el entorno. Además, se busca visibilizar el impacto del consumo en los hábitos juveniles.
La nueva norma introduce prohibiciones adicionales basadas en evidencias científicas y demandas sociales:
Todas estas medidas están alineadas con los objetivos del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, que busca reducir significativamente la prevalencia del tabaquismo antes del año 2040.
El Anteproyecto también modifica sustancialmente las normas sobre publicidad relacionada con productos del tabaco. Se extienden las restricciones existentes a todos los productos relacionados definidos en esta nueva ley. Esto incluye una prohibición total sobre cualquier forma de publicidad directa o indirecta en medios impresos, digitales o redes sociales.
Aparte, se restablece el Observatorio para la Prevención del Tabaquismo, un órgano destinado a coordinar políticas públicas en este ámbito tras su eliminación en 2014. Su creación responde a la necesidad urgente de mejorar la gobernanza y evaluación en la lucha contra el tabaquismo.
Finalmente, el texto aprobado actualiza el régimen sancionador existente, adaptando infracciones y responsabilidades a las nuevas medidas implementadas. Se establece un periodo transitorio de 12 meses para permitir a los fabricantes ajustar sus productos al nuevo marco legal vigente.