Un estudio de la Universidad de La Laguna revela que el 50% de las extinciones de especies endémicas en la Macaronesia se deben a la actividad humana. Liderado por el catedrático José María Fernández-Palacios, este trabajo analiza 220 registros de extinción en islas como Azores, Madeira y Canarias. Los hallazgos indican que las extinciones más significativas afectan a caracoles, artrópodos, aves y reptiles, siendo las aves las más impactadas con un 50% de pérdida. La investigación destaca cómo la llegada de humanos ha transformado drásticamente los ecosistemas insulares, reflejando patrones similares observados en otros archipiélagos volcánicos.
Una investigación internacional, liderada por el catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna, José María Fernández-Palacios, ha revelado que aproximadamente la mitad de las extinciones de especies endémicas en la región macaronésica son atribuibles a la actividad humana. Este estudio representa la primera síntesis completa de las extinciones de especies endémicas terrestres documentadas en Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde.
Publicado en la revista PNAS Nexus, el trabajo ha logrado identificar 220 registros de desapariciones, siendo los caracoles terrestres, artrópodos, aves y reptiles los grupos más afectados. En contraste, se han registrado escasas extinciones entre plantas y ninguna entre hongos o líquenes.
La investigación destaca que el 50% de las pérdidas de especies endémicas coincide con la llegada del ser humano a estas islas, lo cual proporciona una estimación mínima sobre los eventos de extinción relacionados con actividades humanas. Junto a Fernández-Palacios, otros investigadores de La Laguna, Oxford y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han colaborado en este análisis exhaustivo.
El estudio incluye un listado pionero de las especies endémicas terrestres que han desaparecido en la Macaronesia, abarcando diversos grupos taxonómicos como artrópodos, moluscos y mamíferos. Asimismo, se ofrece información sobre su distribución original y las cronologías de extinción junto a sus posibles causas.
De las 220 extinciones identificadas, los moluscos representan la mayor parte con 111 especies perdidas. Les siguen los artrópodos (55), aves (27) y reptiles (15). Proporcionalmente, el impacto ha sido más severo en las aves, donde se ha observado una pérdida del 50% de las especies endémicas conocidas. En contraposición, los briófitos y plantas vasculares presentan muy pocas extinciones registradas.
Las Islas Canarias son el archipiélago más afectado con 86 especies extintas; sin embargo, un 78% de estas extinciones ocurrieron antes de la llegada humana. Madeira también muestra un patrón similar con un alto porcentaje de caracoles terrestres extinguidos antes del asentamiento humano. Por otro lado, Cabo Verde y Azores presentan un panorama diferente: hasta un 95% y un 100% respectivamente de sus extinciones están vinculadas a actividades humanas.
Aproximadamente la mitad de las extinciones registradas coinciden temporalmente con la ocupación humana en estas islas. Esto sugiere que el impacto humano y las especies introducidas han alterado drásticamente el ecosistema que había evolucionado durante millones de años.
Las pocas extinciones anteriores a la llegada humana se atribuyen principalmente a factores climáticos relacionados con ciclos glaciales pleistocenos. Este patrón observado en Macaronesia es representativo también en otros archipiélagos volcánicos como Hawái o Galápagos, evidenciando cómo la intervención humana transforma radicalmente entornos naturales previamente intactos.