Por periodos, el primer fin de semana, incluyendo lunes y martes de Carnaval (cuatro días), los hoteles de Santa Cruz cerraron al 81,69% de media, mientras que el fin de semana de piñata obtuvo una media de ocupación del 75,76%. El comportamiento de las reservas experimentó este año un volumen más alto de cancelaciones de última hora, provocado en cierta medida por las inclemencias del tiempo.
En el balance global del área metropolitana (Santa Cruz de Tenerife y La Laguna), el Carnaval cerró con cifras positivas la ocupación media, que se situó en el periodo analizado en el 78,54%.
La vicepresidenta de Ashotel en el área metropolitana, Myriam Ortega, explica que, aunque la ocupación obviamente es buena, “pues hablamos de un evento de gran interés internacional, con una altísima participación de residentes, el comportamiento en las ocupaciones fue algo diferente al del año pasado”. “Las semanas previas al Carnaval partimos de unas altas expectativas, porque esta fiesta tiene un atractivo muy importante, pero la lluvia pudo haber influido en varias cancelaciones”, añade.
No obstante, Ortega pone el foco en que una ocupación más elevada no siempre es mejor ni es el objetivo principal que se marcan los establecimientos hoteleros ni la propia Ashotel. “Unas ocupaciones no tan elevadas nos permite en muchas ocasiones dar un servicio mejor y más personalizado al cliente”, afirma.
Estos datos corroboran también la imprevisibilidad del comportamiento de las reservas, que fluctúan por varios motivos y a las que apuntaba la vicepresidenta antes del inicio de esta fiesta, siempre partiendo de la base de que los datos son buenos.
La consolidación del Carnaval de Día, con las jornadas del primer domingo y el segundo sábado, ha permitido que las ocupaciones se mantengan más estables durante el periodo festivo porque esta modalidad permite extender las buenas ocupaciones más allá de los días clave de fiesta en la calle.