OPINION

El PNV apoyará la PNL del PP

Julio Fajardo Sánchez | Martes 10 de septiembre de 2024

El PP presenta una proposición no de ley para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. El PNV dice que la va a apoyar, pero advierte de que si Cayetana Álvarez de Toledo se pasa en su intervención, no lo hará. Por su parte los socialistas presentan una enmienda, ofreciendo un pacto, donde todo quede a expensas de que se presenten las actas y se reconozca la gestión mediadora de Zapatero. La PNL solo tendrá efectos testimoniales y simbólicos. Todo seguirá igual, a la espera de Godot (las actas) que nunca van a llegar, como en la comedia de Samuel Beckett. Este es un problema difícil de resolver.

Hay más cosas metidas en medio de las que se ven. En Venezuela llaman fascistas a los que aseguran que han ganado las elecciones, y en España, buena parte de los que apoyan al Gobierno también lo hacen. Lo del reconocimiento de González Urrutia no va a ninguna parte, pero sí servirá para demostrar que el famoso bloque que garantiza la aritmética parlamentaria que sustenta a Sánchez, ya no es tal. Quizá por eso el presidente ha dicho que para gobernar no es necesario contar con la oposición ni con el legislativo. Esto, en el fondo, es lo que se sospecha que hace Nicolás Maduro. Aquí estoy y de aquí nadie me va a sacar.

El panorama de las minorías se ennegrece, pero este problema no es exclusivamente español. En Alemania ya se escuchan voces que exigen la reproducción de un gran pacto entre el SPD y la CDU. En Francia, Macron se arriesga con el nombramiento del primer ministro, pero sabe que es peor meter a Mélenchon en el Gobierno. No quiere pasar por la experiencia de Pedro Sánchez y su pacto con Podemos que nos iba a quitar el sueño a todos.

A Maduro es difícil sacarlo, pero más difícil parece ser que enseñe las actas que lo acrediten. Si pudiera falsificarlas ya lo habría hecho, y si las tuviera en su poder las habría mostrado desde el día siguiente a las elecciones. Él construye su relato para ver quién se lo compra. Por lo visto, a estas alturas, la mayoría del Congreso español no está dispuesta a hacerlo. Veremos qué pasa. Puede ser que a última hora alguien se saque un conejo de la chistera y las cosas salgan de otra manera. Esto no hará cambiar la opinión de los españoles que consideran a Maduro un sátrapa y un dictador impresentable. Ya estamos acostumbrados al salvados por la campana, pero esta salvación será otra victoria pírrica mientras el fraude siga siendo la pauta del comportamiento político.

Aceptar el fraude venezolano es de alguna manera convenir aquí que se trata de un hecho normal, uno más de los gestos de la política de normalización que no normaliza nada. En fin, seguiremos esperando por las actas, aunque sepamos que nunca las vamos a ver. Y si de paso le damos un masaje a Zapatero, mejor que mejor. No sé lo que va a pasar, no me fío ni un pelo. Mañana todo seguirá siendo igual y María Corina será un poco más facha, y los que la siguen y la simpatizan, como es mi caso, también. Ya lo veremos.


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