Queridos Reyes Magos 2018

Queridos Reyes Magos del 2018: Os esperábamos con Alegría e ilusión, deseando que traigáis mucha salud, dinero y AMOR.

Si señoras y señores, así comienza mi carta a los Reyes Magos de este año, ya que, por fin, dejamos atrás un fatídico 2017, lleno de tragedias y catástrofes y damos comienzo al año con unos Globos de Oro en Hollywood donde las actrices y actores gritan a los 4 vientos los abusos hacia las mujeres que se han producido históricamente.

En cambio en el panorama nacional, pareciera que nada quiere cambiar y los de siempre se agarran a sus sillas para no soltar el poder que todavía les queda y a la primera de cambio aprovechan la coyuntura de las circunstancias, en este caso climáticas, para echar balones fuera y culpabilizarse unos a otros, sin ningún tipo de lectura positiva de responsabilidad.

Llevamos escasos 11 días del año y parece que en algunas cosas, nuestro país no desea seguir evolucionando, no tomando al toro por los cuernos para cambiar el rumbo de las circunstancias desde la responsabilidad civil.

Da la sensación que cualquier excusa es buena para involucionar, en lugar de buscar soluciones, seguimos buscando culpables a todo.

Pero yo no me conformo con estas reacciones y voy a aprovechar la carta a nuestras majestades para pedir que traigan un poco de sentido común en nuestros dirigentes, una pizca de autoreflexión y tolerancia y que los que tienen el poder en este mundo, sepan preocuparse de lo que es realmente importante, sacar hacia adelante al pueblo que pasa hambre, al que cada invierno le resulta más tedioso y las noches de frío más insoportables, por no tener un centavo que llevarse a la boca.

Os pido responsabilidad y valentía para asumir responsabilidades y muchas pero que muchas ganas de cambiar este mundo, porque yo sigo creyendo que otra vida es posible, sigo creyendo en el AMOR con mayúscula y en la bondad del alma.

Y sobre todo, no pierdo la esperanza en que un mundo mejor es posible.

Gracias querido Reyes Magos por enviarme cada año kilos y kilos de ilusión para cambiar las cosas con la herramientas que Dios me ha dado. Cada gota de esperanza y esfuerzo, hará que este mundo sea un poquito mejor.