España exige duplicar el presupuesto de la UE. ¿Qué fuerza tiene para eso? De momento aporta un tercio de lo que lo hace Alemania, la mitad que Francia y 6.000 millones menos que Italia, todo ello a pesar de ir como un cohete superando a todos esos países. El objetivo es aumentar los gastos en defensa y en transición ecológica. Empieza la campaña de Sánchez para liderar la resistencia al trumpismo desde Europa. Habrá que ver el caso que le hacen si todos saben que no puede aprobar sus propios presupuestos. ¿Esto favorecerá a su correligionarios Scholz en las próximas elecciones alemanas? Lo dudo.
La amenaza de más ecologismo aumentará la reacción de la ultraderecha. De momento depende de Bruselas, pero de la Bruselas de Puigdemont, que ya amenaza con tumbar la jornada laboral de Yolanda, que fue engominada a los Goya. Vivimos una realidad paralela excesivamente triunfal. Hemos sacado a Franco a pasear y esto se pega. El presidente, igual que el caudillo, pretende convertirse en el centinela de Occidente para salvar al mundo de todos los peligros desde la soledad de su lucecita en el Pardo. Lo español a veces ofrece símiles poco recomendables. No está Europa para juegos y nadie cree que hoy por hoy sea el reducto del progresismo. Eso no es óbice para que nuestro presidente apueste por esa carta, aún corriendo el riesgo de que lo arrastre el tsunami que ya está aquí.
Lo de duplicar el presupuesto para transición ecológica no será por Teresa Ribera. Después de ver la contestación en el sector primario más parece ser un si no te gusta el café toma dos tazas. En fin, otro conejo que se saca de la chistera, como siempre. Para qué variar.
Si (
No(
