Europa le ha dado un tortazo en la cara a la Justicia española y ha considerado ilegales las 'cláusulas suelo' impuestas por los bancos para las hipotecas de miles de españoles. Dicen que seran entre 4.000 y 7.000 millones los que tendrán que desembolsar los bancos que ya buscan piruetas legales para minimizar daños.
Esta sentencia desde Estrasburgo ha supuesto un Gordo de Navidad extra que llega con sorpresa para muchos. Pocos esperaban este fallo de la Audiencia y los ciudadanos españoles han visto una luz en el túnel. No la esperaban porque hasta el fiscal del caso estaba en contra de este fallo, lo que pone bien a las claras la independiencia judicial que sí existe en el continente. No así en España, donde la Justicia se ha plegado a los intereses de algunos y no les ha salido bien.
Que desde Europa corrijan las ilegalidades que aquí se comenten es la mejor noticia de todas. No todos pueden permitirse llegar hasta el corazón de la Unión para buscar un fallo favorable (y merecido en muchos casos), pero ver que los que llegan lo consiguen habla muy mal de nosotros como entidad jurídica y nos deja un resquicio de esperanza.