"Si todo el mundo guardara la distancia de seguridad, se lavara las manos, utilizara la aplicación Radar COVID, no haría falta hacer más", ha abundado Illa en una rueda de prensa conjunta con la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, en la que no ha descartado ninguna opción en función de la evolución de la pandemia. Sin embargo, de momento, según el ministro, "las medidas ya adoptadas son drásticas, limitan mucho la movilidad y reducen los contactos en estas fechas".
Es en este marco en el que, tal como ha destacado Illa, "cada autonomía tendrá que tomar sus propias decisiones" respecto a la apertura de las estaciones de esquí, una actividad que, según ha indicado, "al aire libre en principio no presenta problemas", aunque este no es el caso, bajo su punto de vista, de otras propuestas asociadas a la práctica deportiva.
Illa ha insistido en que el plan acordado entre el Gobierno y las Comunidades para la Navidad de 2020 es que "no pueden moverse los ciudadanos entre los territorios autonómicos", con la excepción de que estos desplazamientos vengan justificados por razones de trabajo, motivos médicos, asuntos jurídicos y el reencuentro con familiares y allegados, un término que por ahora se mantiene pese a las reticencias de algunas autonomías, que han reclamado una mayor precisión de este concepto.
Para Salvador Illa, sin embargo, resulta evidente que "todos entendemos lo que es un allegado. ¿Alguien está en contra de que personas que mantienen una relación afectiva que no cae dentro de una relación clásica de familia puedan encontrarse en Nochebuena o Nochevieja?". Igualmente, ha apelado a aplicar el "sentido común" para que con las restricciones implantadas "podamos celebrar las Navidades con los nuestros", si bien ha precisado que "no es tiempo de moverse más de la cuenta".
No en vano, el ministro defiende que "a más movilidad y más contactos sociales, más hospitalizaciones, más ingresos en UCI y más muertes". Illa ha recordado que ya ha quedado plasmado hasta qué punto "cuesta doblegar la curva", y ha valorado positivamente la nueva caída de la incidencia acumulada en el conjunto del país, que este miércoles ha bajado por primera vez desde agosto de los 200 casos por cada 100.000 habitantes.
Este dato ha llevado al titular de Sanidad a problema que se está "doblando esta segunda curva", pero, aún así, ha invitado a los ciudadanos a "no bajar la guardia", especialmente durante los días más señalados de diciembre.
Aunque no se ha decidido nada sobre esta cuestión, en la reunión se ha tratado la posibilidad de realizar test de autodiagnóstico en las farmacias, una opción que choca contra el rechazo explícito de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Desde esta institución se ha alertado de que estas pruebas "no sirven y no deben ser utilizadas para diagnosticar la infección". Entretanto, desde Sanidad estudian regular, "si es necesario", esta alternativa.
Concretamente, Illa se ha mostrado partidario de "regular, más que prohibir. Lo que nos preocupa es que esto genere una falsa sensación de seguridad. Hay cuestiones de interpretación correcta que no son obvias, y tenemos que asegurar la comunicación de los resultados a la red pública, ya que se trata de una enfermedad de obligada declaración, e intentar que el afán de los ciudadanos de conocer su estado no lleve a falsas sensaciones de seguridad".
Los técnicos del Ministerio de Sanidad también estudian "con mucho detenimiento", según Illa, el plan que presentó la Comunidad de Madrid para hacer test de antígenos en su red de farmacias: "Vamos a proceder no con prisas, sí con seguridad", ha enfatizado el ministro, quien se ha comprometido a mantener una reunión bilateral para analizar conjuntamente el plan e informarle de la decisión.