BRUSELAS ALCANZA UN PUNTO Y SEGUIDO PARA LA FIRMA DE UN ACUERDO SALVADOR DE RECUPERACION DE LA UNION EUROPEA
Apenas hace una hora, sobre las 05.30 horas saltaba la esperada noticia.
Europa desafiaba mediante nuevos moldes en las últimas tres décadas, la creación de una deuda conjunta para afrontar las inmensas dificultades surgidas dentro del seno de la Institución.
Este Medio, fiel a su trayectoria informativa y pluralidad, ha seguido durante toda la noche lo que comenzaba a olfatearse en la tarde del Lunes como definitivo, en un nuevo intento de mantener a sus lectores al corriente de la evolución de este vital asunto económico para España e Italia, entre otros.
La confluencia de 27 Estados Miembros con diferentes perspectivas y objetivos, y sin duda con propios problemas en sus orígenes, propician en ocasiones divisiones entre dichos Estados limitando un crecimiento fuerte de la U.E.
Las conductas impropias o ausentes de ética, propician también que surjan a diario distintos grados de crisis con efectos políticos y económicos.
Los recientes acontecimientos de estos días, más el abandono del Reino Unido, hacen presagiar ciertas limitaciones o reservas hacia la Institución para depararnos armonía y bienestar a medio plazo.
No obstante, ha quedado sobre la mesa “lo menos malo” qué podía ocurrir para España.
Este acuerdo de mínimos a grandes rasgos, aprobado por unanimidad por los 27, sería el siguiente:
Como hemos mencionado en Textos anteriores, España sólo tiene derecho a lamentarse de Pirineos para abajo, viniendo a cuento: de aquellos polvos vinieron estos lodos.... pues en estos momentos nuestro peso en Europa es meramente testimonial.
Hemos venido citando a lo largo de estos días atrás en los cuales han acogido mis Textos con alta benevolencia, titulares que se anticipaban en este Medio casi con precisión matemática sobre el ambiente que rodearía a España en esta aventura emprendida dentro de la más dura desconfianza imaginable, junto a portazos diplomáticos, negativas, jarros de agua helada, etc. hasta llegar a producir pánico escénico en nuestro Gobierno y a su presidente, según me cuentan fuentes diplomáticas al que mantuvieron políticamente eclipsado en Bruselas durante estos cuatro días debido a su cada vez mayor perfil bajo europeo.
Aún faltaría, en el supuesto de que se produzca la conformidad de los 27, como se conjugaría la asignación de los 390.000 millones. Convendría estar ojo avizor y que no nos tomen de nuevo por juguete roto.
Finalmente, y muy importante, quedaría por dilucidar cual será el alcance de las reformas a acometer por los países subsidiados.
En una versión “ligth” podría consistir en qué por ejemplo, un único país, pusiera un “stop” al otorgamiento de Fondos, exigiendo el pronunciamiento del Consejo Europeo en un plazo de 3 meses, bloqueando de esta forma (aparentemente) y, hasta su aclaración en dicho plazo, la disposición de los mismos.
Es todo en estos momentos y tiempo tendremos de ir desgranando lo qué supone para España.