El 53% de los docentes canarios considera que no es posible adaptar su centro antes de que finalice el curso para cumplir con las medidas sanitarias decretadas para frenar la expansión del Covid-19 mientras que el 42,3% lo ve viable si el número de alumnos por profesor está por debajo de 15 y solo el 4,7% afirma que su centro dispone de aulas lo suficientemente amplias o, incluso, de aulas vacías, para ello. Es una de las principales conclusiones extraídas de la segunda encuesta elaborada por ANPE Canarias, el sindicato con más representación en la enseñanza pública no universitaria de las Islas, en la que han participado 4.188 profesionales y que ha tenido como objetivo recoger el sentir mayoritario de los docentes de la escuela pública.
Según esta consulta, casi seis de cada diez docentes confían en que se puede implantar un modelo de enseñanza semipresencial en el Archipiélago, siempre y cuando se dote a las familias, el profesorado y los centros de los recursos necesarios para ello, mientras que el resto entiende que no podría hacerse.
“Estamos viviendo una situación excepcional y es más necesario que nunca, si cabe, que las administraciones educativas no desoigan la voz del profesorado. El escenario en el que nos hallamos es incierto y requiere de complicidad y apoyo de toda la comunidad educativa. Los docentes han dado lo mejor de sí mismos para garantizar la continuidad pedagógica durante el cierre de los centros educativos, pero, en cambio, apenas se les ha tenido en cuenta. Eso debe cambiar urgentemente”, señala Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias.
Una abrumadora mayoría -el 90,7%- piensa que para que el sistema educativo compense el parón de las clases presenciales de este curso es imprescindible el aumento de las plantillas, la disminución de las ratios alumno-profesor y la formación del profesorado.
De cara al próximo curso, el 33% de los docentes piensa que la Consejería debe priorizar la formación sobre enseñanza telemática para que el profesorado pueda desarrollar su labor onlineen condiciones adecuadas y el 29% demanda que se habiliten aplicaciones específicas para ello.
Por último, dentro del aparatado habilitado para hacer aportaciones concretas, los docentes reclaman, de cara a septiembre, protocolos sanitarios, tanto para el profesorado en general como para determinados perfiles de docentes (embarazadas, personal de alto riesgo…) y medidas específicas para garantizar que la actividad educativa se desarrolla de la mejor forma posible de cara al próximo curso.
Entre ellas, destacan: