Hay una frase de Alvin Toffler el autor de “la tercera ola” que habla de que “los analfabetos del siglo 21 no serán aquellos que no sepan leer ni escribir sino aquellos que no sepan desaprender“ También es interesante lo que dice al respecto Eduard Punset, “Desaprender lo sabido es ahora mucho más importante que aprender cosas”
Pero vamos a lo concreto, estamos prácticamente a mediados de año ¿qué tal le va? Se van cumpliendo sus expectativas, laborales, empresariales o personales o quizás no están saliendo las cosas como usted creía, es más puede ser que todo marche bien pero usted sabe que es debido a las circunstancias y no a su influencia, por lo que todo puede cambiar en un momento. Quizás es el momento de pensar si debiéramos hacer algo, reflexionar, pensar, o empezar a cuestionarnos todo aquello que hacemos de forma cotidiana, en todos los ámbitos, porque al igual hace tiempo que ya estamos desfasados y no lo sabemos. Intentemos entonces esta “aventura” de desaprender de hacer y hacernos preguntas acerca de nuestro día a día, de nuestras aspiraciones, de lo que oímos y vemos, para que quizás al final reafirmemos muchas cosas de las que hacemos y también empecemos a dejar al lado otras.
También es verdad que para desaprender, antes hay que haber aprendido, esta sería la primera cuestión y la primera pregunta, desde que dejó de estudiar o incluso al margen de lo que pueda estudiar ahora ¿de dónde coge información que le pueda ser útil y que sea fiable? De medios de comunicación, de amigos, de compañeros de trabajo, de los libros, de internet. La segunda pregunta ¿Cómo contrasta las informaciones que recibe y si son fiables sus fuentes de conocimiento? Incluso hacernos una tercera y sencilla pregunta, en los últimos meses o años, cuantas veces se ha dicho a sí mismo “y si .....” porque quizás repitió la misma fórmula pero no le dio los mismos resultados o rechazo alternativas sin saber demasiado bien porque lo hacia o por influencias. Pensemos que estudiar, leer, hablar o cualquier forma de intentar aprender nuevos conocimientos, sin tener un criterio de elección, no nos hará avanzar, la calidad del aprendizaje no se mide por horas ni por nombres, sino por la influencia positiva que puede tener en nosotros.
En cualquier caso, teniendo en cuenta que lo único que no podemos comprar en esta vida es el tiempo, al igual se merece que lo tratemos mejor y sobre todo lo sepamos aprovechar al máximo. Para terminar una interesante reflexión sobre este tema de Eric Hoffer, escritor y filósofo estadounidense, “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñaran del futuro, mientras que aquello que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”