CAMBIO EN EL TIPO DE CLIENTE
Asimismo, se ha percibido un cambio en el tipo de cliente que está llegando a ellos en los últimos años. "Se ha pasado de clientes que residen en grandes chalets en zonas exclusivas de las Islas a personas que requieren protección en sus viviendas en pisos en el centro de Palma y en otras barriadas de la ciudad", ha aseverado. "Las personas que van con malas intenciones no discriminan, entre un piso en Palma o un chalet en Santa Ponsa o Son Vida" ha añadido al respecto. "Antes eran personas con elevado poder adquisitivo que tenía que proteger sus bienes, hoy en día acude gente sencilla que no tiene grandes valores en su casa pero que quiere proteger a su familia mientras duerme", ha argumentado el responsable de la compañía de seguridad. Además, Ortiz ha aportado datos de la frecuencia con que reciben los avisos de alarma cada verano, una época en la que se suelen recibir más avisos que en el resto del año. Así, se registraron un total de 16.279 saltos de alarma en el archipiélago durante los meses de julio y agosto de 2010. Es decir, un promedio de 271 saltos de alarma al día. En comparación con 2009, las Islas han experimentado un incremento interanual del 8,2%. En general, durante el verano se producen más avisos de alarmas en el segmento residencial, con un 54% del total, que en el de negocios (46%).CONSEJOS PARA EVITAR ROBOS DURANTE LAS VACACIONES
Por último, Ortiz ha recordado que la empresa de seguridad 'Securitas Direct' ofrece cada verano algunos consejos para evitar robos, que se recogen en un 'Decálogo de consejos de seguridad para las vacaciones de verano'. Así, se recomienda evitar dar a conocer los planes vacacionales en Internet, se aconseja dejar algo de ropa tendida e instalar algún dispositivo temporizador que active el riego automático del jardín, el encendido de luces interiores/exteriores o bien, la subida o bajada automática de persianas para "parecer que hay alguien en casa". Igualmente, recomienda utilizar el contestador automático y bajar al máximo el volumen del timbre del teléfono y señala que se solicite a un vecino o al conserje que recoja eventualmente su buzón de correo, para que el exceso de correspondencia no sobresalga por la ranura indicando una ausencia. En el caso de regresar a casa y ver que el marco de la puerta ha sido manipulado, una ventana rota o algo extraño o inusual, insta a llamar a la policía desde su teléfono móvil o en su defecto desde la casa de un vecino.