“Esto es emocionante, es lo que más echaba de menos…sentirme libre, ser libre”, ha declarado a su salida de prisión.
Mientras tanto los dos principales sospechosos de la muerte de su amante entraban en prisión el pasado viernes. Son el marido y el sobrino de Cheek y todo apunta a que dejaron pruebas falsas para vengarse.
Horace Roberts ha quedado en libertad gracias a la labor de una escuela de derecho de California que ha luchado por hacer justicia. Ahora Roberts comienza su nueva vida, se reencuentra con sus familiares. Vuelve a casa, el lugar de donde nunca se debería haber ido, porque siempre ha sido inocente.