En la mayoría de los accidentes jugaron especial importancia las distracciones, la velocidad y el consumo de alcohol y drogas aunque la importancia relativa de cada factor varía con el tipo de accidente. Además, en la mitad de los siniestros participaron la velocidad excesiva o inadecuada y la distracción al volante, en uno de cada tres. Asimismo, un 47% de los conductores implicados presentaban consumo de alcohol y/o drogas ilegales.
Por su parte, las colisiones frontales se cobraron 285 vidas. Siete de cada diez se produjeron por la invasión del carril contrario por parte de los conductores, mientras que uno de cada diez se debió a un adelantamiento antirreglamentario. En este caso, los factores concurrentes más importantes fueron el alcohol y/o drogas ilegales (42% de los casos), la distracción (36%), el cansancio o sueño (22%) y la velocidad inadecuada (19%).
Las colisiones frontolaterales, típicas en las intersecciones, causaron 149 muertos y en este caso, el incumplimiento de las señales y normas de prioridad es señalado como factor en un 44 por ciento de los casos, mientras que la distracción y la velocidad inadecuada intervinieron en un 32 por ciento de los casos.
Por tipo de vehículo, de los 1.013 fallecidos en carreteras convencionales, más de la mitad, 567 viajaban en turismos, 189 en motocicletas, 64 en furgonetas y 48 en bicicletas. Otras 54 personas murieron atropelladas y de estas, el 52% se produjeron durante la noche.