Polémica dragcuina

Mientras escribo esto aún ando consternado y emocionado a la par que muerto de la envidia después de ver el lunes en televisión la Gala Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria. Un año más la capital grancanaria se convirtió en la capital mundial de la tolerancia, la diversidad y el buen rollo. Ya sé que las comparaciones son odiosas y muy injustas pero no pude evitar hacerlo y debo decir que Palma será muy bonita y muy bla bla bla pero a divertida nos dan mil vueltas Las Palmas, Torremolinos, Barcelona y casi hasta Puerto Hurraco. Para muestra un botón y es que este fin de semana pasado se celebró en Palma Sa Rua que es parecido al Entierro de la Sardina pero menos divertido. Suerte que desde hace unos años los palmesanos de Bolivia, de Ecuador y del resto de Latinoamérica le dan algo de color y ritmo y lo hacen mucho más llevadero. Por no hablar del draguerío autóctono.

La polémica en Las Palmas un año más ha venido a cargo de Drag Sethlas que fue la ganadora del año pasado con un numerito un poco irreverente y que acabó en los tribunales porque la cosa les sentó muy mal a unos señores llamados Abogados Cristianos que aunque lo parezca son cualquier cosa menos cristianos. Al final todo aquello se quedó en aguas de borrajas y el juez dijo que ahí no había tema. Menos mal que a Drag Sethlas no le tocó el juez que hace poco condenó a un pobre muchacho por ponerle su cara en su Instagram a una imagen de un Cristo de una cofradía de Jaen en donde por lo visto tienen la piel muy fina para estas cosillas de la religión.

La cuestión es que la Sethlas al entregar el relevo a la ganadora de este año volvió a liarla con una actuación en la que salió encarnando a la Virgen y haciendo una parodia de la Santa Cena con unas amigas que la acompañaron en el escenario y hay que decir que tuvo su gracia y no fue para nada ofensivo. Fue todo un alegato en favor de la libertad de expresión en un momento muy necesario. Los Abogados Cristianos jaleados por la caverna mediática ya están relamiéndose de gusto preparando una nueva querella. Lo que si es verdad es que la libertad de expresión será total el día que podamos hacer lo mismo con Alá y el Islam, entonces ya será la bomba.