Es más, en el último de los estudio publicado sobre los beneficios de la religión, investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos afirmaban que las mujeres que asistían a servicios religiosos más de una vez por semana tenían más de un 30 por ciento menos de probabilidades de morir que las que nunca acudieron a estos evento.
Al parecer, argumentaban, "la asistencia a los servicios religiosos aumenta el apoyo social, desalienta el tabaquismo, disminuye la depresión y ayuda a las personas a desarrollar una perspectiva más optimista o esperanza en la vida".