En el primer minuto De Gea ya tocó dos veces el balón. Los presagios no eran buenos para España, incluida la abundante lluvia que caía sobre París. Llegaba así la primera oportunidad seria de Eder tras una jugada entre líneas de Italia que tras infinidad de pases se juntaba con cinco hombres en el área española.
La Roja parecía desdibujada y ni siquiera lograba controlar la posesión ante una sorprendente azzurra.
Llegó lo que tenía que llegar, primero en un balón parado al área que cabeceó Pelle y después en una chilena de Giaccherini, que fue invalidada por falta,De Gea sacó dos manos salvadoras en lo que pudo significar el primer gol de Italia.