Los 'papeles de Panamá' están llamados a marcar un antes y un después en la lucha contra la evasión de impuestos y la ocultación de patrimonio. La titánica labor llevada a cabo por este consorcio de periodistas dignifica nuestra profesión.
Los juicios de valor, inevitables, por otra parte, se están sucediendo, en España, para afear las conductas de gente tan relevante como Leo Messi o Pedro Almodóvar. Este último ya se ha desmarcado mediante un comunicado en el que afirma estar al corriente de sus obligaciones tributarias en nuestro país, pero hay un nombre que sorprende y abre una nueva puerta a la crítica de la familia real, Pilar de Borbón.
Según los documentos filtrados, durante casi 40 años, la hermana del rey emérito Juan Carlos dispuso de una cuenta a través del ya famoso bufete Mossack Fonseca que fue clausurada, casualidades de la vida, el día que su hermano abdicaba de la corona. Si a esto le sumamos que la apertura de la cuenta corresponde a poco tiempo antes de su llegada al trono, estas casualidades se convierten en patrón. Además, entre los documentos podemos encontrar que los tres directores de las cuentas, a quienes se oculta bajo las letras X, Y y Z, pretendían evitar que se conocieran sus nombres.
Huele mal todo lo relacionado con esta cuenta, y apena ver como estrechan el margen para Felipe VI, probablemente el rey más preparado de la actualidad, a quien los continuos deslices familiares, potenciados por la brutal era de la información/globalización, pronto llevarán a un punto sin retorno. Como las cosas sigan así, el entonces alabado cambio de la Ley Sálica quedará sin efecto, Leonor difícilmente podrá reinar si la ejemplaridad que ha promulgado su familia durante décadas se revela como una demoledora mentira.