Acabar con las colas y la congestión viaria, exige una combinación inteligente de contar con infraestructuras suficientes, gestión del tráfico dinámico y cambios en los hábitos de movilidad. Es fundamental mejorar la capacidad y eficiencia de las vías existentes y ejecutar las obras necesarias para contar con una red suficiente y segura.
Paralelamente, el impulso decidido al transporte público guiado, rápido, frecuente y cómodo, permitirá que se deje el vehículo privado, sin perder tiempo ni autonomía. También son fundamentales los planes de movilidad al trabajo, así como implantando aparcamientos disuasorios conectados con guaguas lanzaderas.
La tecnología contribuye con sistemas inteligentes que ajustan semáforos, detectan atascos y ofrecen rutas alternativas en tiempo real. Finalmente, una cultura solidaria y responsable en la conducción, evitando maniobras peligrosas o imprudentes y respetando la velocidad constante, ayuda a mantener un flujo estable.
Es más fácil, de lo que nos quieren hacer creer, otra cosa es que los políticos responsables tengan la capacidad para solucionar el problemón de movilidad que tenemos en Tenerife. Es otro cantar